Cinco fallecidos, 554 heridos y 929 detenidos es el balance que las autoridades ecuatorianas han hecho tras protestas iniciadas el pasado 2 de octubre en contra del ajuste económico implementado por Lenín Moreno. Los ánimos siguen crispados, el gobierno acusa a los manifestantes de promover actos vandálicos a cargo de sectores afines al expresidente Rafael Correa, mientras que la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) denuncia una fuerte represión y se prepara para radicalizar acciones hasta que el Fondo Monetario Internacional (FMI) abandone el país.
Ante este escenario, organizaciones eclesiales, entre estas: la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), Cáritas Ecuador y la Asociación Católica de Comunicación Signis – capítulo Ecuador, han hecho sentir su voz de apoyo para apostar a una solución negociada que pase por el diálogo y el entendimiento de las partes por el bien de todos los ecuatorianos.
Las religiosas Gloria Liliana Franco y Daniela Cannavina, presidenta y secretaria general respectivamente de la CLAR, han suscrito un comunicado en nombre de la Vida Consagrada del continente y en solidaridad con el pueblo ecuatoriano se unen a su clamor para que sus peticiones sean escuchadas frente a la difícil situación económica a causa de los créditos obtenidos del actual Gobierno con el Fondo Monetario Internacional, que “incluye medidas que afectan a los sectores más vulnerables del país”.
Desde la CLAR hacen votos para que las partes “puedan llegar prontamente a sentar mesas de diálogo y acuerdos” y “pedimos al mismo tiempo, que sean respetados los derechos humanos y la libertad de comunicar”, esto último en referencia a las restricciones impuestas en redes sociales que en las últimas horas se han dado en Ecuador, tal como lo denuncia Carolina Botero, columnista de El Espectador.
Por su parte, Cáritas Ecuador ha expresado su rechazo a cualquier tipo de violencia, destrucción o vandalismo como cualquier tipo de enfrentamientos entre hermanos. Así lo han hecho saber en un comunicado, en voz de su presidente, Julio Parrilla, obispo de Riobamba. “Cáritas llama a todos a construir un país de paz, fieles a nuestros principios humanos y cristianos y a nuestra identidad multicultural. No a la violencia entre hermanos. La violencia debe dejar paso al diálogo y al consenso”, ha dicho.
Asimismo desde esta instancia suscriben las iniciativas surgidas desde la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEEc) de “promover cauces de diálogo entre las partes implicadas”, el cual tiene que “traducirse necesariamente en pactos y concesiones mutuas, no desde los intereses políticos, del FMI o de las transnacionales, sino desde las necesidades de las personas y de las comunidades más empobrecidas”.
“Más allá de la difícil coyuntura de violencia y de enfrentamiento que estamos atravesando, Cáritas reclama un amplio diálogo a favor de una economía social y solidaria que ponga a la persona en el centro de sus preocupaciones. Nuestro enemigo común es la pobreza y la inequidad, no el hermano”, acotaron.
Signis Ecuador señala que el país vive “una de las más graves crisis políticas desde el retorno a la democracia” y denuncia la represión del Estado contra la movilización indígena y ciudadana, además de “la falta de contrastación en la información que se observa y escucha en algunos medios de comunicación y que ofrecen una visión parcial de la protesta”.
Para esta instancia “no podemos cerrar los ojos, y menos aún callar, frente a las graves violaciones a la libertad de expresión que se registran durante estos momentos de grave agitación social. Denunciamos y condenamos la agresión que han sufrido varios compañeros periodistas y reporteros gráficos, tanto en manos de activistas y participantes de las protestas, como por elementos de las fuerzas del orden”.
Por una parte han pedido al Gobierno respetar los derechos humanos, por otra han pedido a los manifestantes que legítimamente han expresado su descontento evitar desacreditar la protesta con actos de vandalismo y destrucción de bienes públicos y privados, al mismo tiempo se suman al llamado del episcopado ecuatoriano de buscar un diálogo entre el gobierno y los movimientos sociales.
Foto: CNN en español