El heredero al trono británico, el príncipe Carlos, asistirá hoy a la misa de canonización del cardenal John Henry Newman, el primer santo inglés no mártir desde la Reforma. Sin embargo, su implicación del Príncipe de Gales va más allá en tanto que ha publicado una tribuna al respecto en L’Osservatore Romano.
En el artículo para el diario de la Santa Sede, el hijo de la reina Isabel II, sostiene que la ceremonia “será motivo de celebración no solo en el Reino Unido y no solo para los católicos, sino también para todos aquellos que se preocupan por los valores que inspiró”. Así, le define como “un gran británico, gran eclesiástico y, a partir de ahora, un gran santo”
El príncipe subraya cómo Newman, que vivió un proceso de conversión del anglicanismo al catolicismo, se convierte hoy en puente de diálogo entre ambas confesiones cristianas: “Como anglicano, trajo a esta Iglesia a sus raíces católicas y, como católico, estaba listo para aprender de la tradición anglicana, por ejemplo, para promover el papel de los laicos”.
Hacia una casa común
Es más, en su texto llega a señalar que “supera las divisiones entre las tradiciones”. “En la imagen de la armonía divina, que Newman expresó tan elocuentemente, podemos ver cómo, después de todo, cuando seguimos sincera y valientemente los diferentes caminos a los que la conciencia nos llama, todas nuestras divisiones pueden conducir a una mayor comprensión y todos nuestros caminos pueden encontrar una casa común”.
Así, considera que Newman supone un ejemplo en la actualidad, en tanto que defendió sus convicciones “sin acusar y sin falta de respeto”. El aristócrata elogia su faceta como poeta y le define como “uno de los más grandes teólogos del siglo XIX” reconocido por “sus oponentes por su audaz honestidad, rigor implacable y originalidad de pensamiento”.