Minutos después de que en la mañana de este lunes, 14 de octubre, el Tribunal Supremo hiciese pública la sentencia por la que condenan a los nueve presos independentistas a penas que oscilan entre los 9 y los 13 años de cárcel, por haber participado en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña, los obispos catalanes han pedido que “se respete” el fallo y han apelado a “la vía de la misericordia”.
“El Tribunal ha dictado sentencia y, aunque existieran legítimos recursos y se puedan hacer valoraciones distintas, hay que respetar la sentencia emanada del poder judicial de un Estado de derecho, así como las eventuales decisiones que puedan venir de los tribunales europeos”, señala la Conferencia Episcopal Tarraconense en un comunicado, en el que también subrayan que “en un estado democrático, las leyes fundamentales que regulan el sistema político y que han sido votadas y aprobadas por los ciudadanos, constituyen un referente básico del ordenamiento social”.
“Algo más que la aplicación de la ley”
Junto a esto, los pastores catalanes señalan que el desarrollo armónico de toda la sociedad necesita algo más que la aplicación de la ley”, por lo que invitan, en una situación social y política, que califican de “bastante compleja”, a que “se aplique la vía de la misericordia para desactivar la tensión acumulada estos últimos años y volver al único camino posible: un serio camino de diálogo entre los gobiernos español y catalán que permita ir encontrando una solución política adecuada, sabiendo que dialogar significa renunciar en parte a lo que uno querría para aproximarse al otro e imaginar entre todos una solución satisfactoria”.
“Se trata –añade el comunicado– de devolver al pueblo el sentido de futuro, de dar a las personas un horizonte que disipe la sensación de que no hay caminos por donde andar”, porque “todo proyecto humano se sostiene sobre la adhesión libre y democrática de las personas”, por lo que instan a “convencer y persuadir, hace falta el debate político y social respetuoso, hace falta el intercambio de opiniones y la búsqueda en común de soluciones negociadas”.
“Construir una sociedad justa”
Finalmente, los obispos invitan a todos los actores políticos y sociales a “construir una sociedad justa, solidaria, respetuosa de la igualdad de las personas, próxima a quienes están en apuros, que se inscriba en el mundo global y no se refugie en un pequeño mundo local”, y hacen votos para que la sociedad catalana haga “emerger las grandes energías que posee de creatividad e innovación, de proximidad a quienes vienen de lejos, de fomento de la educación y del tejido cultural y asociativo que la caracteriza”.
“Cataluña –afirman también los pastores– no es una sociedad violenta pero constatamos que en los últimos años ha disminuido la calidad de la convivencia por la vía del enfriamiento, de la ignorancia o del menosprecio”, por lo que invitan a “salvaguardar” la convivencia, que “es un bien precioso”.