“Es mucho lo que podemos hacer y en lo que podemos colaborar con Obras Misionales Pontificias. Tenemos muchas sinergias”. De esta manera el Gobierno socialista reconoce, aplaude y aprecia la labor de los 11.000 misioneros españoles repartidos por los cinco continentes.
Así lo expresó Raimundo Robledo, director general para África en la Secretaría Estado de Asuntos Exteriores, durante la rueda de prensa con motivo de la jornada del Domund que se celebrar el próximo 20 de octubre.
Tras los asesinatos de tres misioneros españoles en este año, Robledo señaló que “queríamos mejorar la protección consular a estos ciudadanos extranjeros que están en zonas remotas”.
Este hecho fue el punto de partida para buscar alianzas con Obras Misionales Pontificias, la entidad que dinamiza la labor misionera de la Iglesia. En el horizonte, contar con los misioneros para fortalecer el llamado Plan África que ha puesto en marcha el Gobierno socialista para promover la defensa de los derechos humanos y auspiciar una movilidad ordenada. “Queremos acabar con los esterotipos de un continente como África, que es tierra de oportunidades y esperanza”, señaló el director general.
“Podemos trabajar juntos para alcanzar objetivos compartidos como impulsar promover la paz y el desarrollo en África”, aseveró Robledo, que aterrizó esta cooperación mutua en algunas acciones concretas, subrayando el papel de los misioneros como expertos analistas sobre el terreno para colaborar en la llamada “diplomacia preventiva” que requiere de “la alerta temprana” ante posibles conflictos. “Es algo que ya se hace de forma no estructurada y se pide a los empresarios y a los turistas que alerten de situaciones de riesgo. Lo que queremos con los misioneros es llevar a cabo estos avisos a través de canales más regulares y de forma estructurada”, aclaró.
“Cuando los futuros diplomáticos españoles aprueben la oposición, de la misma manera que van otros actores como la CEOE a completar su formación, también irá alguien de Obras Misionales Pontificias. De la misma manera, buscaremos que cuando un misionero vaya a África, alguien de Exteriores les informe sobre cómo le puede ayudar la Embajada allí donde van, especialmente cuando son zonas remotas potencialmente peligrosas. Por ejemplo, es bueno tener claros los protocolos de evacuación antes de que se dé la situación”, anunció.
El director general para África habló además en primera persona de su experiencia con los misioneros: “Estando destinado en Sudáfrica, una granada de mortero voló el pie a una misionera española y tuvimos que evacuarla después de haber sufrido una amputación muy rudimentaria. La gran desolación de la religiosa amputada fue no poder regresar”.
El director nacional de OMP, José María Calderón, dio las gracias públicamente al Ministerio de Exteriores “por dar un paso adelante y contar con nosotros. Por regla general, los diplomáticos cuidan muy mucho y muy bien a nuestros misioneros”. “Estamos comenzando con el Ministerio las conversaciones y no sabemos dónde acabará y hasta dónde llegaremos. Por poco que se haga, todo es bienvenido si se trata de cuidar a nuestros misioneros y si nuestros misioneros pueden ayudar todavía más”, añadió Calderón, que desveló que ya han tenido varias reuniones, incluido un almuerzo con el secretario de Estado de Exteriores, Fernando Martín Valenzuela.
“Cuando estás en una misión, lo último que quieres es marcharte, porque es abandonar el rebaño. En ese momento ofreces el sacrificio de la obediencia, como me pasó a mí en Congo”, reflexionó la concepcionista misionera de la Enseñanza, Teresa Amayuelas, que recordó como la Embajada fue un actor fundamental en la crisis que sufrió el país en los años 90 para evacuarlos.
Y es que Amayuelas ha sufrido en carne propia la violencia del país. “Un día en la escuela recibí doce puñaladas delante de los niños. Hoy la recuerdo como una experiencia muy buena, porque sentí la presencia de Dios. Desde entonces he comprendido que mi presencia misionera es ser, no hacer”, señala Amayuelas, que ha estado destinada en cuatro países africanos.
Este año el DOMUND se enmarca dentro del Misionero Extraordinario Misionero, convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Bautizados y enviados”. “El DOMUND no busca una prestación unidireccional, sino que “nos ayudemos mutuamente, dentro de la comunión de bienes de la Iglesia, desde la oración y desde nuestra contribución económica”, explicó Calderón.