El Sínodo Diocesano de Valencia ya esta en marcha, lo ha inaugurado este martes, 15 de octubre, el cardenal arzobispo Antonio Cañizares con una celebración de la eucaristía en la catedral. La asamblea abordar los retos de una Iglesia que busca transformar la sociedad con una nueva cultura evangelizadora “con libertad, testigos de la fe y el Evangelio en la vida pública, en todas las esferas de la vida personal y social”, según ha recalcado el prelado durante la homilía.
Sinodalidad en camino
En su intervención, Cañizares ha pedido a los sacerdotes que no se queden “como espectadores pasivos sin reaccionar” y a toda la comunidad diocesana salir al encuentro de los jóvenes. “Lo necesitan, sobre todo, los jóvenes hambrientos de trascendencia, de Dios, en sus vidas y de testigos de esa trascendencia, de nada tan necesitados como de Dios, porque tienen sed de vida, de amor, de esperanza, de felicidad y plenitud”, ha subrayado.
En sintonía con la sinodalidad impulsada por el papa Francisco ha pedido “para que lleguemos a ser enteramente una Iglesia evangelizada y evangelizadora”. Pensando en las familias, ha recordado que “el futuro de la humanidad se fragua en la familia. Que nos esforcemos y con tu ayuda lo consigamos en salvar y promover los valores y exigencias de la familia”.
Además, destacando el papel de las universidades valencianas, ha destacado que “necesitamos una cultura nueva, la única capaz de humanizar nuestro mundo, que es la cultura del amor y de la verdad. Necesitamos centros donde se genere y se cree esa cultura”.