El próximo 24 de octubre la editorial vaticana publicará el próximo 24 de octubre el nuevo libro del papa Francisco, ‘Nuestra Madre Tierra’: una recopilación de discursos y homilías en los que el Pontífice ha hablado de la importancia de defender el medio ambiente y ha exhortado a los cristianos a luchar por la promoción de una vida digna para todas las personas.
Además, este libro cuenta con un texto inédito del Papa en el que anima a pedir perdón por el daño que el ser humano ha causado al planeta. Ha sido el periódico italiano Corriere della Sera el que ha adelantado un fragmento de este texto inédito en el que Francisco afirma que sueña “con un crecimiento en la conciencia y un verdadero arrepentimiento por parte de todos nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, creyentes y no, por parte de nuestras sociedades, por dejarnos llevar por lógicas que dividen, crean hambre, aíslan y condenan”.
“Sería bonito poder pedir perdón a los pobres, a los excluidos; entonces podríamos arrepentirnos sinceramente incluso del mal hecho a la tierra, el mar, el aire, los animales…”, añade el Papa. Y es que, para Francisco, pedir y dar perdon “son acciones que sólo son posibles en el Espíritu Santo, porque Él es el artífice de la comunión que abre los cierres de los individuos; y se necesita mucho amor para dejar de lado el propio orgullo, darse cuenta de que estabas equivocado y para tener la esperanza de que son realmente posibles nuevos caminos”.
Conectados en el amor
Por todo ello, el arrepentimiento “es una gracia para ser humildemente implorada al Señor Jesucristo, para que en la historia, nuestra generación sea recordada, no por sus errores, sino por la humildad y la sabiduría de haber podido revertir la ruta”.
El Papa afirma en el documento, además, que todo está conectado “en la bondad y en el amor” y, por ello, “cada falta de amor tiene repercusiones en todo”. “La crisis ecológica que estamos experimentando es, por lo tanto, uno de los efectos de esta mirada enferma sobre nosotros, sobre los otros, en el mundo, con el paso del tiempo, una mirada enferma que no nos hace percibir todo como un regalo ofrecido por descubrirnos amados”, subraya.