Este año la campaña del Domund contará con una iniciativa que permitirá que los donantes hagan sus aportaciones de una forma más fácil y rápida. Y es que el banco Sabadell ha desarrollado unos dispositivos con forma de hucha a través de los cuales se podrán hacer donativos no solo en efectivo, sino también por medio de la tarjeta o el móvil y que está especialmente concebido para campañas a pie de calle.
Esta iniciativa fue presentada ayer, 16 de octubre, como parte del proyecto Done en el Hub Empresa de Valencia. Es, en definitiva, un sistema de recogida de donativos que nace con la finalidad de ayudar a incrementar los importes recibidos por sus benefactores en Instituciones Religiosas, Fundaciones, ONGs y, en general, cualquier organización que reciba ingresos o donativos tanto en efectivo como mediante canales digitales.
De hecho, como parte de este proyecto, a finales de 2018, la Almudena incorporaba tres dispositivos “cepillos electrónicos” en distintos puntos de la catedral madrileña: el altar de la Virgen, la capilla bautismal y a la salida del templo. A día de hoy, ya se han hecho 240 instalaciones de este tipo de dispositivos en todo el territorio español.
Una ayuda al tercer sector
Santiago Portas, de Negocios Institucionales de Sabadell, remarcó durante la presentación que con este proyecto se ha “querido poner el foco en las asociaciones que hacen uso de nuestro proyecto Done, que se adapta a los nuevos usos de pago y busca sensibilizar a la sociedad”.
Por su parte, Claudia Peri, responsable de comunicación de la Fundación A Compartir, subraya que el hecho de que instituciones y empresas se impliquen en desarrollar este tipo de iniciativas “es todo un aliento”, porque “el tercer sector está cada vez más profesionalizado, y este tipo de cosas suponen una ayuda tremenda”.
A Compartir, que recibe productos nuevos de las empresas, generalmente de primera necesidad, y los distribuye entre más de 300 Ong del país – entre ellas diversas Cáritas diocesanas -, lleva “un tiempo dándole vueltas a cómo hacer para que las personas particulares colaborasen con nosotros”. Y esto, tal como explica Peri, les ha venido como anillo al dedo, ya que es “una manera de implicar no solo a las empresas, sino también a sus trabajadores y clientes”.