Diaconado femenino, mujeres “coordinadoras comunitarias” y apoyo a los ‘viri probati’ han sido las propuestas a las que los círculos menores del Sínodo se han mostrado favorables, y que han sido presentadas hoy, 18 de octubre, durante el encuentro con la prensa en el Vaticano.
Por ejemplo, en el círculo italiano A, se ha propuesto que “el ministerio de lectorado y acolitado también se confiera a mujeres, religiosas o laicas, debidamente capacitadas y preparadas”. “Las Conferencias episcopales de la Amazonía”, reza la síntesis del informe hecho por los círculos menores, “piden a la Santa Sede que cree un nuevo ministerio instituido por coordinadores y coordinadoras de las comunidades”.
“La atención a las mujeres ha aumentado a medida que avanzaban las obras del Sínodo”, ha dicho Daniela Cannavina, capuchina de Madre Rubatto y secretaria general de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR). Por eso, entre las propuestas que se están llevando a cabo para lograr “un papel cada vez más consolidado de las mujeres de la Iglesia” se encuentra la del diaconado femenino. “No queremos una réplica al estilo clericalista”, matizó la religiosa, “ni un papel de poder”, ya que “la vida religiosa es el lugar del servicio, no del poder”.
Estas consideraciones presentadas en el día de hoy también atañen a la ordenación de hombres maduros y casados (‘viri probati’) ante la falta de sacerdotes en la región amazónica. Tal vez, el punto más controvertido de este Sínodo, pero ante el cual el círculo portugués se muestra muy favorable, ya que señala que es “necesaria para la Panamazonía la ordenación de los viri probati”.
Mientras, el “círculo español B”, aclaró que “la propuesta va encaminada a pedir al Santo Padre la posibilidad de conferir el Presbiterado a varones casados para la Amazonía, a modo excepcional, bajo circunstancias específicas y para algunos pueblos determinados, estableciendo claramente las razones que lo justifican”.
Por su parte, el presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, apuntó que “para la Amazonia existe la propuesta de una estructura de una iglesia local al nivel de unitariedad, siempre dentro del proceso de evangelización”.
En cuanto a los pecados ecológicos, Cannavina denunció las “expulsiones de nuestros hermanos indígenas de sus territorios y en la pobreza ocasionada por muchas multinacionales”. Asimismo, Fisichella ha subrayado que “el pecado surge del comportamiento del hombre que se encierra ante Dios y no quiere acoger una dimensión dinámica”.