Vaticano

Un vía crucis indígena recorre el Vaticano para recordar a los mártires de la Casa Común





Del Castillo de Sant’Angelo hasta la plaza de San Pedro recorriendo toda la Via della Conciliazione. Ese fue el recorrido que esta mañana, desde las 8:30 y hasta las 11:00, a modo de peregrinación por el corazón del Vaticano, hicieron padres sinodales, líderes indígenas y expertos llegados de distintos lugares para participar en la asamblea sinodal que a lo largo de este mes de octubre ha puesto su mirada sobre la región panamazónica buscando nuevos caminos para aquella Iglesia.

En esta peregrinación, en la que se recorrieron las estaciones de la pasión y muerte de Jesús, había imágenes del Vía Crucis latinoamericano, creado por el Premio Nobel de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel en 1992 para conmemorar los 500 años del inicio de la conquista de América, y que se alternaban con las de los muchos mártires de hoy, hombres y mujeres que murieron por defender la Casa Común y a sus criaturas, como Óscar Arnulfo Romero, Dorothy Stang, Ezekiel Ramin, Chico Mendes, Cleusa Carolina Coelho y Marçal de Souza.

Se trata de dejar que la historia del Evangelio dialogue con el grito que surge hoy de la Amazonía”, señalan los organizadores de este acto Amazonía Casa común. “Siguiendo la lógica y la estructura del camino católico de la cruz –explicó la hermana María Eugênia Lloris Aguado, parte del equipo organizador–, la idea es incluir los problemas de los pueblos indígenas en cada estación: marginación, desigualdades sociales, la expropiación de los territorios, la indiferencia… El daño al medio ambiente fue el hilo rojo del camino que nos llevó a lo largo de las quince estaciones hasta la plaza de San Pedro”.

“El Viernes Santo no tiene la última palabra”

“Para muchos pueblos de la Amazonía ­–contó el comboniano Antonio Soffientini–, la vida parece un vía crucis. Todos los días hay una estación donde experimentan el sufrimiento de la cruz. Celebrar con los indígenas este momento significa caminar con ellos y ayudarlos a llevar estas cruces, recordando que el Viernes Santo no es la última palabra y que el vía crucis tiene sentido porque existe el Domingo de Pascua, la alegría de la Resurrección. Queremos ser solidarios con el sufrimiento de nuestros hermanos. Por esta razón, en las diferentes estaciones recordamos las diversas violaciones de los derechos humanos y los mártires que han luchado durante estos años por los ideales de libertad, justicia social y solidaridad”.

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Alicia Ruiz López de Soria, ODN







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