El Cardenal Mario Poli se reunió con catequistas que desarrollan su actividad en los colegios, en el colegio San José de Calasanz, del barrio de Caballito, en la ciudad de Buenos Aires.
Estos espacios de formación son el producto de una encuesta que se realizó en los colegios, en donde más del 90% de los catequistas, solicitó estos encuentros.
La bienvenida estuvo a cargo del responsable del Consejo de Pastoral Educativa, el P. Gastón Lorenzo, y participaron más de 70 catequistas de la Arquidiócesis porteña.
Les habló a los catequistas, tomando como referencia la Exhortación Christus Vivit, que el Papa Francisco dirigió a los jóvenes, después del Sínodo.
El arzobispo expresó que “es esencial mantener vivo el kerigma“, y esto implica ser creativo para llegar a los alumnos con el anuncio.
Cree que en tantos años que los chicos pasan por el colegio, en algún momento debe darse este encuentro personal con Jesús. “El Espíritu Santo nos devuelve la mirada de lo esencial, porque prepara y abre los corazones para recibir el anuncio…”.
“La pastoral es un espacio privilegiado para vivir la fe. Educación y evangelización van de la mano y esto es evangélico”. Hay que evitar la “escuela bunker” que protege de los errores de afuera, porque esa catequesis transmite la fobia al cambio y no sirve para la vida.
Después de la charla, los catequistas tuvieron un intercambio con el cardenal.
En este ‘ida y vuelta’, surgieron distintas ideas a tener en cuenta para darle continuidad a la tarea pastoral.
Poli invitó a los catequistas a tener de aliada a la Palabra, “que ilumina la situación…”, a los sacramentos, y al Espíritu Santo.
Ante las dificultades para transmitir la fe, resulta imprescindible renovar métodos de formación.
Se ratificó que “la catequesis no es una materia más, sino que es trascendental al resto de los contenidos…”.
Fuente: Vicaría de la Educación y AICA