Solo 22 familiares – básicamente los nietos, cónyuges y biznietos- estarán presentes en la exhumación, traslado y reinhumación del cuerpo de Francisco Franco que tendrá lugar el próximo jueves 24 de octubre a partir de las diez y media de la mañana. Tan solo les acompañarán algunos representantes del Gobierno y representantes eclesiales.
Una vez exhumados, el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, bendecirá el féretro en el interior de la basílica, a petición de la familia y por voluntad del Ejecutivo socialista. No habrá ningún monje más, tal y como han confirmado desde Moncloa durante un breafing informativo que ha tenido lugar esta tarde. La familia no solicitó una ceremonia religiosa en el lugar de la exhumación -algo que habría sido más complejo de aceptar, según Moncloa-, sino una simple bendición que durará unos segundos.
Una vez que el helicóptero llegue a El Pardo, se trasladará en coche fúnebre a Mingorrubio, al panteón donde descansan los restos de la esposa de Franco, Carmen Polo. Únicamente accederán los familiares. Allí se oficiará una misa a petición de la familia, una eucaristía que concelebrarán Cantera junto al sacerdote diocesano de Málaga, Ramón Tejero, hijo del militar responsable del golpe de Estado del 23-F.
En El Valle de los Caídos no va a haber ni bandera ni honores, a pesar de la petición de la familia, bajo el argumento de que se trata de que se trata de un espacio público perteneciente a Patrimonio Nacional.
Una vez en el panteón familiar y en la intimidad, el Gobierno no tienen nada que decir respecto a símbolos y banderas dentro de esta ceremonia de reinhumación ni podrá ser interpretado como un acto de enaltecimiento de la figura del dictador. Tampoco habrá grabaciones en Mingorrubio y también se procederá al consiguiente escáner.
Patrimonio del Estado tiene una concesión administrativa sobre el panteón de Mingorrubio. La familia ha expresado el deseo de tener en propiedad el panteón y el Gobierno les ha ofrecido la transmisión de la concesión administrativa del panteón a la familia Franco con el objetivo de que en ningún futuro, otro Gobierno tomara medidas al respecto sobre el féretro del dictador. La familia ha rechazado la propuesta del Gobierno que se preveía acordar según precio público. De esta manera el titular será Patrimonio del Estado.
La llave del panteón estará depositada en el cementerio, en la Delegación del Gobierno y en Patrimonio, de tal manera que se pueda solicitar una visita cualquier día, con el mismo protocolo que se ha utilizado con Carmen Polo. Moncloa apostilló que en los últimos años nadie ha acudido a visitar a la viuda de Franco.
Eso sí, se ha acondicionado el panteón con una puerta blindada y unas verjas nuevas en las ventanas. También se ha tenido que habilitar la nueva sepultura, que ha rondado los 40.000 euros de coste, el mayor de todo el operativo. El mantenimiento del panteón continuará a cargo del Estado al pertenecer a Patrimonio.
Según se ha explicado desde Moncloa, la familia quiso que el acto no se convirtiera en un “circo mediático” y, hoy por hoy, están satisfechos por la solución dada. Es más, el Gobierno asegura que si bien no se han puesto de acuerdo en relación a la petición de honores y de la bandera, el resto de la comunicación con la familia ha sido fluida a través del abogado y del nieto del dictador, Francis Franco.
De esta manera, se busca preservar la intimidad de la familia durante la jornada. Para ello, no se permitirá ningún dispositivo móvil o de cualquier otro artefacto que permita grabar vídeo o audio. Así, todos las personas que participen en el acto pasarán por un escáner y un detector de metales. La idea es dar cumplimiento al acuerdo del Consejo de Ministros, para que no haya imágenes dentro de la basílica y del panteón familiar.
Es más, éste es el motivo para habilitar una carpa en el interior de la basílica, en el lugar donde se encuentra la sepultura de Franco. Así, se descarta la opción inicial de unos biombos, con el fin de evitar que, si se hubiera situado una cámara desde lo alto, ésta pudiera grabar.
El coste de todas estas operaciones no se pueden precisar con exactitud, por los cálculos realizados hasta el momento, será un máximo de 63.061,40 euros.
Dentro de la carpa habrá dos familiares del dictador. Hasta el momento solo se ha confirmado que estará su nieto Cristóbal. Además, les acompañarán la ministra de Justicia, alguna otra autoridad, junto a los operarios que levantarán la losa de 1.500 kilos.
Delgado, como notaria mayor del Reino, estará presente durante la exhumación, el traslado y la inhumación. Además, desde el Gobierno también participarán Antonio Hidalgo y el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños. Todo se realizará en presencia de un forense.
Una vez exhumado el cuerpo, los familiares trasladarán el cuerpo a hombros desde el interior de la basílica a la explanada. Serán unos 300 metros hasta el coche fúnebre, donde los operarios de la funeraria les ayudarán a introducir el féretro en el vehículo. El cortejo fúnebre estará compuesto únicamente por sus 22 familiares.
En el momento en el que la familia y el féretro accedan a la explanada, Televisión Española retransmitirá la señal de forma gratuita. Sobriedad, discreción y dignidad son las máximas con las que el Gobierno asegura que se ha guiado para llevar a cabo el operativo.
Está previsto que el acto comience a las diez y media de la mañana después de que el Gobierno se haya responsabilizado de trasladar desde tres puntos de Madrid a los familiares, para garantizar su seguridad y evitar que puedan sufrir alguna demora por manifestaciones a favor o de detractores. Este es uno de los motivos fundamentales para que el traslado del Escorial a El Pardo se haga en helicóptero. La previsión del Gobierno es tal que se contará con dos helicópteros y dos coches fúnebres para reducir los riesgos.
En relación a la operación de exhumación, Moncloa ha confirmado que el féretro de Franco está recubierto de hormigón y plomo lo que habría permitido que no se hubiera dañado el ataúd de madera, que cuenta además con una estructura de zinc sellada.
No hay certeza de que Franco esté embalsamado. En cualquier caso, se considera que no será necesario sacar el cuerpo de la estructura de zinc, por lo que simplemente habría que cambiar de féretro si éste no se encuentra en perfecto estado, que es la opción que se considera más probable por parte de los expertos que han analizado todo el proceso.
Sobre los tiempos, resulta complicado calcular la operación. En el mejor de los casos, bastaría una hora. Si hubiera alguna dificultad técnica, se podría alargar hasta tres horas, por lo que la salida de la basílica se prevé en torno las 13:30 horas.
En cuanto al traslado, por sugerencia de la Guardia Civil, la primera opción del Gobierno es el traslado en helicóptero porque reduce el operativo necesario y las posibles incidencias en el tráfico. Sin embargo, depende de las condiciones meteorológicas. La lluvia es indiferente para el helicóptero, pero no así el viento y la niebla. Solo se podrá asegurar entre 48 y 24 horas antes. En el helicóptero, viajará la ministra de Justicia, otra autoridad del Estado y un miembro de la familia: Francis Franco.