Después de reuniones del gobierno con directivos del Parlamento, el Poder Judicial y los partidos políticos, en la noche del martes el presidente Sebastián Piñera anunció un conjunto de medidas económicas en respuesta a las que considera las demandas de la ciudadanía. Reconoció que esta “Agenda Social no solucionará todos los problemas que aquejan a los chilenos. Pero será un aporte necesario y significativo para mejorar su calidad de vida”, en su quinto mensaje al país en los últimos 5 días.
Esta vez en un tono menos duro y agresivo, más conciliatorio, incluso reconociendo que “los problemas se acumulaban desde hace muchas décadas y que los distintos Gobiernos no fueron ni fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud. Reconozco y pido perdón por esta falta de visión”, dijo Piñera en su mensaje televisado.
Eran las 21,30 del martes cuando Piñera leía su mensaje por televisión, mientras en la mayoría de las ciudades del país el ruido de las cacerolas y las bocinas de vehículos en las calles había aumentado en intensidad y en extensión respecto a las noches anteriores.
Paliativos económicos
Pocas horas antes las principales organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles y gremiales, reunidas en una Mesa de Unidad Nacional, habían llamado a un paro nacional para los dos días siguientes, en apoyo a las manifestaciones que continuaban siendo espontáneas, sin liderazgo conocido.
La “agenda social” de Piñera encontró eco y apoyo en muchos empresarios y en los partidos de gobierno. Sin embargo, incluso entre ellos, se escucha que son soluciones “en la línea correcta”, pero que no apuntan al fondo de las demandas sociales, siendo consideradas como paliativos económicos.
“La precarización de la vida y lo profunda de la brecha social han creado un sentimiento de injusticia en muchas personas, y cuando el gobierno de turno encima pareciera burlarse de las dificultades que vive la gente, las protestas son lo primero que puede esperarse”, opina en “El Mercurio”, la abogada Macarena Vial. Agrega que Piñera “anunció cosas y suenan bonitas después de una semana de hablar de guerra y enemigos, pero el sistema político-económico que nos trajo a este punto sigue siendo exactamente el mismo”, concluye la abogada.
El llamado a Huelga General Nacional para hoy miércoles y mañana jueves, hecho por la Mesa de Unidad Nacional, congregó varios miles de manifestantes en Plaza Italia, epicentro de las protestas en Santiago, venidos en largas columnas desde diversos puntos de la ciudad.
Espacio de diálogo
La principal petición de los manifestantes es la creación de algún espacio de diálogo, lo que ha sido expresado por diversos organismos en el país, entre ellos la Asociación de Diálogo Interreligioso de Chile, cuyos líderes reunidos en la casa del Arzobispo de Santiago, entregaron una declaración en la que piden “encarecidamente que cese toda violencia. Los invitamos a hacer un gran pacto social para dialogar, que nos permita buscar soluciones para construir un país más justo y solidario”. Concluyen invitando “a todos a la oración en común, pidiendo a Dios que nos restablezca la unidad y la paz. Nos comprometemos, como religiones y tradiciones de fe presentes en Chile, a trabajar por la fraternidad para la construcción de una sociedad justa donde toda persona sea respetada”.
También esta mañana, en la plaza San Pedro, el Papa Francisco, al término de la audiencia pública, dijo: “Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Chile. Espero que, poniendo fin a las manifestaciones violentas, a través del diálogo se pueda trabajar para encontrar soluciones a la crisis y hacer frente a las dificultades que la han generado, por el bien de toda la población”.
“No vamos a volver al Chile del jueves”
Un aporte concreto ofreció el más importante empresario del país, Andrónico Luksic, quien dijo que a partir de enero próximo ninguno de los empleados de sus empresas ganará menos de una cifra 40% sobre el sueldo mínimo oficial. Hoy ya se han sumado otras empresas con igual propuesta.
A estos auspiciosos llamados y propuestas se suman las declaraciones hechas por el líder del empresariado chileno, Alfonso Swett, al recibir a dirigentes de los trabajadores, empresarios y sindicatos en la sede del máximo organismo empresarial. “Aquí hay un Chile distinto, no vamos a volver al Chile del jueves”, dijo Swett. “Nuestros oídos fueron pequeños y los vamos a agrandar. Lo que pensemos que se puede hacer, lo que se debe hacer, lo vamos hacer. Lo que hoy día vamos a hacer es construir las bases de un dialogo social que nos permitan un pacto social”, dijo el líder de los empresarios.
Así, cuando aún suenan bocinas y cacerolas y hay congestión de tránsito por las marchas en varias ciudades, aparecen también gestiones que abren caminos para salir de la crisis. Crisis que parece estar significando un hito que marcará un antes y un después.