Hay incertidumbre en Bolivia tras la cuestionada reelección de Evo Morales para un cuarto mandato. Todo iba en santa paz el pasado domingo con el conteo de votos que apuntaba a una segunda vuelta. El proceso fue suspendido abruptamente y al día siguiente, cuando se reanudó el conteo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio como ganador a Morales. Las reacciones de la población no se hicieron esperar y varias ciudades del país tuvieron que ser militarizadas ante las múltiples protestas. Este martes, 22 de octubre, Antonio Costas, vicepresidente del TSE renunció.
Frente a todo este escenario los obispos de Bolivia han pedido respetar la voluntad del pueblo. Han levantado su voz para señalar que observan indicios de fraude, “entre los que destacamos la total ausencia de coincidencia con el conteo rápido realizado por la empresa Vía Ciencia, junto a la sospechosa interrupción del recuento provisional de votos en la noche postelectoral, junto denuncias e imágenes de hechos, que se sitúan al margen del respeto a la legalidad”. Han dicho en un comunicado.
Los prelados se adhieren a la “fuerte preocupación y sorpresa” de la OEA ante el drástico y difícil cambio de los resultados preliminares. De tal forma hacen un llamado a veedores internacionales a cumplir su misión de vigilar la transparencia del proceso electoral en respeto al pueblo y a los principios de la democracia, en especial a los de la Unión Europea que “ha financiado el Sistema de Transmisión Rápida de Conteo”, por lo cual “debe ser utilizado correctamente para la veracidad del proceso y la tranquilidad de los votantes”.
“Exigimos, en nombre del pueblo boliviano, conocer con toda verdad y transparencia el resultado de las elecciones y que el Tribunal Electoral ejerza su alta función constitucional al servicio del pueblo, de la verdad y de la justicia”, han dicho.
“Hacemos un llamado a la paz y serenidad”, han pedido los obispos a las autoridades y organismos de seguridad ante el uso desmedido de la fuerza. Tal es el caso de Waldo Albarracín, rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) , quien resultó herido en la cabeza al ser impactado por una bomba lacrimógena, mientras protestaba en La Paz. El episcopado se ha solidarizado con el académico y deseado una pronta recuperación.
Le han recordado al propio gobierno que “cualquier otro camino agrava la crisis de credibilidad en la que estamos sumidos y puede convertirse en causa de mayores males, como el de generar focos de violencia” en contraste con el comportamiento ejemplar del pueblo en el proceso electoral del día domingo.
“Es crucial que también nuestras autoridades e instituciones actúen a la altura de su misión y su función institucional, dejándose iluminar por principios éticos, para preservar la democracia, único sistema de convivencia que garantiza el bien común y el progreso de una nación”, finalizaron.
Foto: CEB