“El celibato es la gran belleza de la vida de un sacerdote, pero debe cultivarse. Es un regalo de Dios que debe ser bienvenido”. Así ha hablado el cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, durante el encuentro con la prensa celebrado hoy, 24 de octubre, en la Santa Sede. “Siempre les digo a los obispos que los sacerdotes están bien formados”, ha continuado, “pero deben estar muy atentos también a los aspectos humanos de la persona”.
Y es que, a su entender, “el don del celibato hoy representa un gran desafío personal para los jóvenes y también para los sacerdotes, que debe asumirse con gran conciencia interna después de un tiempo de entrenamiento y formación personal”. Por eso, la “oración, la disciplina y el compromiso personal” son los tres requisitos que aseguran que “se pueda vivir el celibato, pero conscientes de que vivimos en un mundo que no lo asume como un valor”. En cuanto a la reflexión que se está llevando a cabo en el Sínodo acerca de los ‘viri probati’, Stella ha señalado que este discernimiento “está en mano de los padres sinodales y, finalmente, del Santo Padre”.
Por otra parte, Stella ha subrayado que “los pueblos amazónicos sienten la necesidad de poder comunicarse con su idioma, sus símbolos y sus rituales locales”, por lo que “es natural” que se haya llegado al debate de este Sínodo. “La Amazonía es una realidad multiétnica y multilingüe, compuesta de cientos de grupos étnicos y cientos de idiomas. Hay una expectativa en este asunto y también una necesidad concreta”, ha añadido el prefecto, que se ha mostrado a favor de “un rito amazónico propio”, pero que considera que debe desarrollarse “con tiempo”.
Por su parte, Eleazar López, sacerdote indígena perteneciente al pueblo zapoteco, ha explicado que lo que buscan es “poder expresar nuestra fe en nuestra cultura y en nuestro idioma, y la Iglesia necesita generar rostros específicos en los que llega una propuesta cristiana, según el famoso lema latino: lo que se recibe, se recibe a la manera del receptor”. Y es que, como ha apostillado, “la Iglesia es plural, no monótona y multicultural” y, por eso, “hay una necesidad de ritos apropiados para nuestros pueblos, para todos los pueblos indígenas y todos los pueblos latinoamericanos”.
Sin embargo, Delio Siticontazi, miembro del pueblo Ashaninca, ha apuntado que nota “inquietud” y falta de “comprensión” por parte de la Iglesa hacia estos ritos de los que se habla y de la realidad de la Amazonía en general. “Tenemos nuestra visión del cosmos, nuestra forma de ver el mundo”, ha dicho, en la que “la naturaleza nos acerca a Dios, nos acerca a mirar el rostro de Dios en nuestra cultura, en nuestra vida”.
“Nosotros como nativos vivimos armonía con todos los seres vivos”, ha continuado, subrayando que, además de todo esto, son cristianos, y “Jesús nos invita a vivir juntos”. “Tenemos nuestros rituales, pero este rito debe basarse en el centro que es Jesucristo, no hay nada más que discutir sobre este tema”, ha añadido. A su vez, Mariluce dos Santos Mesquita, salesiana perteneciente a la etnia barassana, ha apostillado que sus celebraciones se hacen “a partir de nuestra espiritualidad, trayendo nuestros símbolos”.
En cuanto al documento final del Sínodo, en el que se reflexionará sobre todos estos temas y otros, como el papel de la mujer en la Iglesia, Alberto Taveira Corrêa, arzobispo de Belém do Pará, Brasil, ha señalado que, si bien no se puede prever como será el texto, tiene “grandes expectativas”. “Durante estas tres semanas de trabajo ha habido diálogos de gran riqueza”, ha afirmado. El documento final del Sínodo se votará punto por punto el sábado por la tarde. Para la aprobación de cada uno de ellos, se requiere una mayoría de dos tercios de los votantes. Después de esto, dependerá del papa Francisco la aprobación final.