“Sentíamos que éramos madres sinodales”. Así, la hermana Inés Azucena Zambrano Jara, superiora de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y de Santa Catalina de Siena (lauritas), ha descrito a los periodistas en la sesión informativa de hoy, 25 de octubre, la atmósfera del Sínodo para el Amazonas, que finalizará el próximo domingo, y en el que también participaron 35 mujeres, si bien es cierto que ninguna de ellas tiene derecho a voto.
“Era un ambiente familiar, había mucha cercanía y mucha confianza”, continuó la religiosa, asegurando que, en el Aula sinodal, “todos hemos sido escuchados”. Además, ha subrayado que está “particularmente impresionada por la actitud del Papa Francisco, por su humildad y su simplicidad: es un hombre de Dios y lo hace percibir a los demás”.
En cuanto a la propuesta de un diaconado femenino – una de las que se ha debatido durante estas tres semanas y, posiblemete, uno de los puntos más importantes que se votarán mañana por los obispos – Zambrano ha señalado que “confirmaría nuestra identidad, nuestra naturaleza bautismal”.
“Más del 60% de las comunidades en la Amazonía están dirigidas por mujeres, la abrumadora mayoría catequistas, ministros de la Palabra, ministros de la Eucaristía” apostilló, por su parte, Evaristo Pascoal Spengler, obispo de Marajó, en Brasil. Por ello, “el 40% de los participantes del Sínodo solicitó un ministerio oficial para las mujeres dentro de la Iglesia”, continuó Spengler, subrayando que “en la historia de la Iglesia la presencia de mujeres fue decisiva: hubo patriarcas y matriarcas, profetas y profetisas, jueces hombres y mujeres jueces, hasta la figura de María”. Dios usó a las mujeres para la salvación”, ha recalcado el prelado.
“El papa Francisco ha insistido mucho en la necesidad de que el Amazonas tenga una presencia pastoral y no solo una visita”, ha dicho Spengler, refiriéndose a la cuestión de los ‘viri probati’. “Ya hay hombres en la Iglesia que ejercen el servicio diaconal, por lo que ordenarlos sería muy útil no solo en la Amazonía, sino también en toda la Iglesia, así como sería útil tener mujeres diáconos, cuyo papel debería profundizarse, junto con el tema abierto de la ordenación de mujeres”, añadió.
Acerca de todas estas cuestiones pero, sobre todo, de la posibilidad de establecer un rito amazónico, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, Paolo Rufini, ha apuntado que en el documento que se votará mañana “no habrá explicación del rito, sino un paso hacia”. “El ritual amazónico es algo muy complejo, que no puede incluirse en un párrafo, si finalmente lo hay”, explicó Ruffini.
“Este es un tema que debe abordarse de manera integral, pero debemos esperar al documento final”, añadió Giacomo Costa, secretario de la Comisión de Información. “Incluso si existiera la propuesta, ciertamente requeriría un trabajo en profundidad que defina si se trata de un ritual con un derecho adecuado”, ha señalado, que “también podría incluir la ordenación de sacerdotes casados, como lo hacen otros rituales”. Sin embargo, ha aclarado que esto “son solo inferencias, y la respuesta final aún depende del Santo Padre “.