Vaticano

“Roma se ha ‘amazonificado’ con el Sínodo”, asegura el cardenal Barreto

  • El purpurado peruano, presidente delegado de la asamblea sinodal, reconoce que le “ha dolido la falta de respeto” de quienes robaron de una iglesia y tiraron al Tíber los iconos de la Pachamama
  • “Estamos en una barca en movimiento y los que critican están en la orilla. Quieren una Iglesia estática, que no cambie, pero el papa Francisco va por delante”, dice el arzobispo de Huancayo





“Estoy convencido de que Roma y la tumba de San Pedro se han ‘amazonificado’ con el Sínodo”. Para el cardenal peruano Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y presidente delegado de la asamblea sinodal sobre la Amazonía concluida el pasado domingo, la imagen del papa Francisco rodeado de indígenas durante la procesión de apertura hace tres semanas hacia el Aula Pablo VI, constituye el mejor símbolo de cómo la Iglesia se ha transformado gracias a este evento eclesial.

“Hay un antes y un después del Sínodo. Hemos tomado conciencia de que debemos aprender de los pueblos originarios. La cultura occidental tiene que ser humilde y reconocer que ellos son maestros en el cuidado de la vida, de la persona y de la Creación”, comentó este lunes el purpurado peruano en un encuentro en la Asociación de la Prensa Extranjera en Italia. “Roma se ha ‘amazonificado’ gracias a los indígenas y a Papa Francisco que los invitó al Sínodo”.

El Papa “va por delante”

Al ser preguntado por las palabras del Pontífice durante su discurso de clausura de la asamblea sinodal el pasado sábado, cuando lamentó que el documento final quede “corto” al hablar de la mujer y trate sólo la “parte funcional”, Barreto destacó que Jorge Mario Bergoglio va “por delante de nosotros” en esta cuestión. “Normalmente teníamos la impresión de que había que empujar al Papa, pero ahora es él quien está impulsando la renovación de la Iglesia”, dijo el arzobispo de Huancayo, insistiendo en que la comunidad eclesiástica “no existiría si las mujeres dejaran de hacer lo que están haciendo”.

En su comparecencia ante los medios, el presidente delegado de la asamblea sinodal aseguró que “nunca se ha puesto en cuestión” el celibato obligatorio sacerdotal durante los debates. “No hemos aprobado nada, son propuestas al Santo Padre”, dijo al referirse a punto del documento final del Sínodo que plantea la idoneidad de que puedan acceder al sacerdocio hombres casados con dilatada experiencia como diáconos en comunidades situadas en zonas remotas de la Amazonía.

“El Papa dijo que el camino de la Iglesia es el sinodal. Hay que discernir sobre qué es lo que quiere Dios para la Iglesia”, insistió, recordando que el Pontífice dijo que antes de final de año publicará un texto magisterial que recoja las propuestas planteadas durante el Sínodo.

Bofetada al respeto entre culturas

El cardenal jesuita peruano también se refirió a la polémica sobre los individuos que robaron de una parroquia romana y luego echaron al río Tíber varios iconos de la Pachamama, luego recuperados por la Policía. “A mí me ha dolido la falta de respeto en Roma de algunos grupos que no tienen sentido de la educación. Robar y tirar al río las imágenes fue una bofetada al respeto entre las culturas”, advirtió.

Aunque reconoció que durante la asamblea sinodal ha habido “disparidad de opiniones” en algunas cuestiones, aseguró que no se ha producido “ninguna tensión” y prevaleció “una gran coincidencia”, como quedó reflejada en la aprobación de todos los puntos del documento final por los dos tercios de los votos necesarios.

Al hablar en cambio sobre las críticas recibidas desde fuera del Sínodo, consideró que tienen que ser “aceptadas” aunque con la conciencia de que “estamos en una barca en movimiento y los que critican están en la orilla. Al Sínodo se le criticaba antes incluso de que comenzara. En la orilla están los que quieren una Iglesia estática, que no cambie, pero el Papa Francisco va por delante”.

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