La organización ‘Voices of faith‘ (Voces de Fe) se ha mostrado “decepcionada” con el Sínodo de la Amazonía, concluido ayer, 27 de octubre, ya que las religiosas, incluso con el mismo estatus canónico que los hermanos superiores allí presentes, no pudieron votar el documento final.
“Estamos decepcionadas de que el Sínodo, que ha sido un momento de apertura en la Iglesia, no haya aprovechado plenamente la oportunidad de habilitar el voto femenino. Lo único que queremos que las mujeres tomen parte de las decisiones en la Iglesia”, ha señalado a Europa Press la teóloga polaca Zuzanna Flisowska, representante de esta organización que invita a mujeres católicas de todo el mundo a “romper el silencio para exigir la plena igualdad en la Iglesia”.
En el Sínodo han participado un total de 35 mujeres, entre expertas, religiosas y líderes indígenas. Con ello, se trata del mayor número de presencia femenina en una reunión eclesial de este tipo, pero no han podido votar, ya que esta es una competencia que queda reservada solo para los padres sinodales.
Un “paso adelante”
En cualquier caso, Flisowska ha reconocido que ha habido una “apertura” y un “paso adelante en la discusión” sobre el papel de la mujer. “Se han usado palabras bellas y justas para el papel de la mujer en la Iglesia, pero nos deja en espera ya que, de momento, son solo palabras y no hay propuestas concretas”, ha subrayado. “Reconocemos que es mucho cómo han hablado del liderazgo femenino, algo que no es habitual en los documentos de la Iglesia”, ha dicho.
Y es que el documento final del Sínodo, así como el papa Francisco en su presentación, reconoce la necesidad de reforzar la participación de la mujer “en los consejos pastorales de parroquias y diócesis, o incluso en instancias de gobierno”. Además, plantea que las mujeres puedan recibir los ministerios laicos del Lectorado y el Acolitado, y solicita que sea creado el ministerio instituido de “la mujer dirigente de la comunidad”.
A pesar de esto, para Flisowska el Sínodo no ha hecho “propuestas concretas” y se ha quedado “solo en palabras”. “Se ha hablado mucho del servicio y el trabajo que hacen las mujeres en las regiones en la Amazonia que esperan el reconocimiento de este trabajo y la ayuda sacramental para poder realizarlo”, ha puntualizado. “Hay testimonios de mujeres que en los primeros años del cristianismo eran diaconas. Su nombramiento sería un apoyo concreto para mujeres religiosas y laicas que ya desarrollan esta misión”, ha explicado.
El propio Francisco reconocía el pasado sábado en su saludo final que el documento del Sínodo se queda “corto” en relación a las mujeres. “Recojo el guante que han dicho por aquí, y es que las mujeres sean escuchadas”, señaló Francisco cuando anunció la reapertura de la comisión sobre el diaconado femenino creada en 2016.
