El obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, ha afirmado hoy, 29 de octubre, en el ‘Fórum Europa. Tribuna Euskadi’, que no ha habido fricciones en la Iglesia ni por la exhumación de Franco ni por la actuación del prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ante este hecho. Y es que, como recoge Europa Press, pese a la “libertad de opinión” que hay dentro de la Iglesia, la decisión “oficial” ha sido la de “asumir” el traslado de los restos mortales del dictador.
Según el prelado, en la Iglesia existe “una libertad de opinión muchísimo mayor que en otros estamentos de la sociedad”. No obstante, ha apuntado que la postura oficial de la Conferencia Episcopal, expresada por su secretario, Luis Argüello, ha sido “en todo momento” que si “los tres poderes del Estado decidían el traslado de los restos mortales de Francisco Franco a otro lugar, la Iglesia lo asume, siempre que se haga con el respeto debido a la persona”.
Sin embargo, el obispo ha reconocido que puede haber “otras sensibilidades dentro de la Iglesia” y que se hayan “manifestado otras opiniones”. Algo que les parece “justo”, sobre todo porque, aun así, “tampoco han opuesto una conducta diferente”. “Lo que importa es que se sepa decir en cada momento lo que piensa y que, en ese sentido, exija ese respeto, y así ha sido”, ha precisado.
4 millones de personas atendidas
Por otra parte, Elizalde ha aprovechado la ocasión para poner en valor, tal como informa Diario Siglo XXI, la labor social y económica de la Iglesia católica, que da empleo a “más de medio millón” de personas en España y que no se mantiene “por el Estado”, sino por sus propios fieles.
“Es un hecho”, apuntó el prelado en este acto, en el que ha precisado que “cada euro recibido del Estado a través de la cruz de la renta, el 24% del presupuesto eclesial, se multiplica por 2,5 porque la gestión es buena”. Además, ha subrayado que la Iglesia atiende a 4,4 millones de personas en sus diferentes centros, desde víctimas de violencia de género, refugiados, drogodependientes o personas sin hogar.
En este sentido, el prelado ha querido destacar “las dos joyas de la corona”, Cáritas y Manos Unidas, las cuales “destinaron dentro y fuera de España más de 401 millones de euros en 2017 para las personas más desfavorecidas”.
Superar el narcisismo
Asimismo, Elizalde ha afirmado que “seguir a Jesucristo a día de hoy es contracultural”, ya que la sociedad promociona “el narcisismo absoluto del yo, mi, me, conmigo”, y ha apuntado que el principal motivo de la dificultad de la Iglesia para acercarse a los jóvenes es que “viven en un entorno cultural nefasto”.
“No seamos hipócritas”, ha dicho, “plantear a los jóvenes una generosidad total, un olvido de sí mismos, claro que da la felicidad. Pero no se puede orientar a los jóvenes en algo completamente diferente al planteamiento plano de la vida y luego exigir que cultiven lo espiritual”. Sin embargo, el obispo subrayó que “constantemente” hay jóvenes que acuden a la Iglesia para hablar con los sacerdotes y encontrar las respuestas que no encuentran en “lo que la sociedad les brinda”.