“Sigo considerando un regalo inmenso haber participado en el Sínodo para la Amazonía y por eso creo que debo compartir la experiencia cuanto pueda y no guardármela”. Son las palabras de María Luisa Berzosa, consultora de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos. En sus ‘Apuntes al paso’ desde Roma, la religiosa aboga por seguir haciendo “camino sinodal, sumando voces, incluyendo toda diversidad y construyendo redes y puentes que nos permitan entrelazarnos cada vez más”.
La jesuitina participará mañana 30 de octubre en el II Encuentro Vida Nueva, bajo el título ‘Sínodo para la Amazonía: ¿profecía o herejía?’ y organizado de la mano de Entreculturas –la ONGD jesuita–, que se desarrollará en el auditorio del Banco Sabadell en Madrid (Calle Serrano, 71) a las 19:00 horas.
La mesa redonda, moderada por el director de Vida Nueva, José Beltrán, contará también con la presencia de Baltazar Porras, cardenal arzobispo de Mérida y presidente delegado del Sínodo para la Amazonía; Arizete Miranda, religiosa indígena brasileña y auditora del Sínodo ; y Fernando López, jesuita del Equipo Itinerante de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). Asimismo asistirá una veintena de indígenas llegados desde Roma, donde este 27 de octubre concluyó la Asamblea.
Berzosa, haciéndose eco de uno de los cánticos más repetidos estos días en Roma –”Avancen hacia aguas más profundas y lancen las redes para pescar”–, afirma que “necesitamos avanzar a lo profundo sin cansarnos de echar las redes una y otra vez; esta redes se llaman: escucha, búsqueda conjunta, corresponsabilidad, trabajo, oración…”.
De este mes de intenso trabajo fuera y dentro del aula sinodal, la religiosa se queda con “la riqueza y privilegio regalados de haber vivido esta experiencia de Iglesia universal; tantos gestos de vida, de fraternidad cordial y sencilla, de cercanía, que ha habido, del Papa, de tantas personas, la voz potente de las mujeres, de los indígenas…”.
Asimismo, señala que le produce “mucha alegría” la sintonía que se ha palpado en el aula y que “no es uniformidad, sino un rico pluralismo, pero el análisis de la realidad que arranca de la Amazonía sí que tiene rasgos muy repetidos, así como las peticiones dirigidas a mejorar la vida de personas y pueblos de aquella región, se convierte también en altavoz de otros lugares de nuestro planeta”.
Sorprendida con la fortaleza del papa Francisco, la religiosa indica que, “cuando se leen las criticas que se vierten sobre su persona y ministerio y se le ve feliz, da la impresión que no le ‘pesan’ los asuntos que lleva a sus espaldas”.
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