El cardenal Timothy Dolan, de Nueva York, ha reconocido en una entrevista en el programa This morning, de la CBS, que le “encantaría estar casado y tener hijos”. Sin embargo, ha matizado que “el papa Pablo VI dijo que no deberías ser célibe si no quieres estar casado y tener hijos, porque los célibes son diferentes a los solteros. El célibe quiere ser padre y tener un cónyuge, pero transforma ese deseo en lealtad a la Iglesia, que es su familia“.
“Entonces, el deseo de ser padre y esposo es algo saludable, normal y hermoso. Y lo tengo. ¿Pero me arrepiento de no estar casado? Bueno, podría extrañarlo, pero en este momento, encuentro celibato ser extraordinariamente gratificante y liberador “, subrayó el purpurado. Esta conversación nació de tratar el tema del Sínodo para la Amazonía, concluido el pasado 27 de octubre, en el que se ha entrado en el debate de ordenar sacerdotes a hombres casados para abordar la escasez de clérigos en la región, así como la ordenación mujeres diaconisas.
Dolan, que describió el Sínodo como “una mesa redonda y una conversación”, afirmó sentirse contento de que se haya mencionado el tema. “Me alegra que hayan hablado de eso”, dijo, porque “actuamos como si fuera un gran secreto, pero mi barbero me pregunta por qué los sacerdotes no pueden casarse”.
El “tsunami” de los abusos
Dolan ha presentado en el programa su nuevo libro, ‘¿Quién dices que soy yo ?: Reflexiones diarias sobre la Biblia, los santos y la respuesta que es Cristo’ (Crown), se le preguntó acerca de la disminución en el porcentaje de estadounidenses que se consideran religiosos, y si esto podría estar relacionado con la crisis de los abusos sexuales que vive la Iglesia católica.
“A veces nos preguntamos por qué estos actos han involucrado tanto a nuestra religión”, señaló el cardenal, “si bien, de hecho, ha englobado todas las religiones, todos los niveles de la sociedad y la cultura”. Sin embargo, reconoció que la gente “esperaba más de la Iglesia, y cuando esta cae y tiene este tipo de pecado nauseabundo, acapara, como es normal, mucha atención”.
Asimismo, Dolan subrayó que, en los últimos años, ha habido una “reforma tangible” en este sentido. “Esos cambios comenzaron en 2002 con lo que llamamos la Carta de Dallas”, dijo. “Supuso tsunami ante el que la Iglesia ha dicho: ‘¿Sabes qué? Hemos sido un ejemplo de qué no hacer en el pasado, así que ahora debemos ser un ejemplo de qué hacer’. Y así ha sido”, explicó.