El cardenal Angelo Becciu, ex subsecretario de Estado del Vaticano, ha negado rotundamente las acusaciones en su contra en el caso de la investigación que está llevando a cabo el Vaticano sobre la compra de una propiedad en Londres. “Son acusaciones difamatorias que rechazo de manera firme e indignada”, ha dicho Becciu a ANSA.
“Mi conciencia está limpia y sé que siempre he actuado en interés de la Santa Sede y nunca en el mío personal. Aquellos que me conocen bien pueden dar fe de eso”, ha subrayado. Además, el purpurado se ha negado a quedar retratado como “alguien que jugó y manipuló con el dinero de los pobres”.
“En la Secretaría de Estado tenemos un fondo titulado ‘dinero de los pobres’. Y estaba destinado a los pobres”, ha explicado. “Si, por otro lado, por dinero de los pobres quieren referirse al Óbolo de San Pedro – las donaciones que las diócesis y los católicos hacen al Vaticano-, tenemos que aclararlo, ya que este no es solo para dar limosnas al Papa, sino también para financiar su ministerio pastoral”, ha matizado Becciu.
Según los informes, la Secretaría de Estado del Vaticano invirtió en 2014 alrededor de 200 millones de dólares para participar en un proyecto para comprar un edificio en el distrito londinense de Chelsea y convertir la propiedad en apartamentos de lujo, comprando el resto del proyecto en 2018.
Por su parte, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, reconocía ayer, 29 de octubre, que el acuerdo de la Santa Sede para comprar el edificio “no era transparente” y prometió “arrojar luz” sobre él. Por otro lado, señalaba que esta adquisición fue “un episodio único” y que él siempre pensó que “el fondo estaba bien administrado”, pero que la Santa Sede está “trabajando para aclararlo todo”.