Durante sus palabras de bienvenida al Curso Internacional de Formación de Capellanes Militares Católicos en Derecho Internacional, el cardenal Peter Turkson ha subrayado la necesidad de que los capellanes de las cárceles velen por la dignidad de los detenidos. “Es importante que los capellanes de las cárceles lleven a cabo sus actividades, no sólo desde un punto de vista específicamente religioso, sino también en defensa de la dignidad de los detenidos”, subrayó el purpurado, tal como recoge Vatican News.
“Lamentablemente, las condiciones en que cumplen sus condenas no siempre fomentan el respeto de su dignidad; y a menudo, las cárceles se convierten incluso en el escenario de nuevos crímenes”, añadió el también prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Sin embargo, Turkson recalcó que “el ambiente de las instituciones penitenciarias ofrece, sin embargo, un terreno privilegiado para testimoniar” el evangelio.
Y es que son, en definitiva, lugares en los que asistir a personas en situación de vulnerabilidad, a las que “dar testimonio con sus palabras y con su vida de la preocupación de la Iglesia y del amor misericordioso de Dios que no excluye a nadie”.
Extrema vulnerabilidad
El Curso de Formación para Capellanes es una iniciativa que se puso en marcha en 2003 de acuerdo con el compromiso asumido por la Santa Sede durante la XXVII Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en 1999. En esta ocasión se celebra con el tema ‘La privación de libertad en situaciones de conflicto armado. La misión de los capellanes militares’.
En este sentido, Turkson señaló que el curso pretende abordar el aspecto específico de la privación de libertad durante los conflictos armados, algo que pone automáticamente a las personas en una situación de vulnerabilidad.
“Entre ellos se encuentran los prisioneros, ya sean combatientes que han caído en manos de fuerzas enemigas, o civiles que a menudo son objeto de secuestros, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, por no mencionar el trato inhumano que a veces afecta a las minorías étnicas, lingüísticas, políticas, culturales y religiosas”, explicó el purpurado.
Asimismo, subrayó que “no es raro que los reclusos deban amontonarse en espacios reducidos sin tener en cuenta las condiciones físicas, de salud y culturales”. “En algunos casos, permanecen detenidos durante mucho tiempo sin juicio ni asistencia, incluida la asistencia jurídica y espiritual”, añadió Turkson.
