Tras la emergencia que se registró en la noche del lunes 28 de octubre, en el Urabá Antioqueño, como consecuencia del desborde del río Apartadó, la curia diocesana, en cabeza de su obispo, Hugo Torres Marín, se ha volcado a algunos de los barrios impactados, llevando alimentos y las primeras ayudas a los damnificados.
De acuerdo con el obispo, “el río, que llegó a subir a una altura de más de 1,80 metros, hizo que cientos de personas se subieran a los techos de sus casas y fueran rescatadas luego en lanchas”, como refiere el portal de la Conferencia Episcopal de Colombia.
La furia de las aguas ha afectado a 2.344 familias y 7.889 personas del municipio de Apartadó, según el censo realizado por el Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, como Monseñor Torres narró cómo el desbordamiento de este río, que llegó a subir a una altura de más de 1,80 metros, hizo que cientos de personas su subieran con urgencia a los techos de sus casas y fueran rescatados luego en lanchas.
Campaña para recolectar ayudas
Ante la gravedad de la inundación, que arrasó con los enseres y las pertenencias de los habitantes, la diócesis de Apartadó ha lanzado una campaña para recolectar ayudas económicas, a través de una cuenta de ahorros de (No. 64574870591 de Bancolombia) que corresponde a la institución eclesial.
De igual forma la Iglesia ha anunciado que se reciben donativos en especie, para lo cual se ha dispuesto de espacios y una logística adecuada, en las parroquias San Fernando Rey y San José de Apartadó, así como en la sede de la curia diocesana.
