Conmoción en Colombia tras la masacre perpetrada por grupos armados, la tarde del martes 29 de octubre, a las 16 horas, en el resguardo Tacueyó de la vereda La Luz, en el departamento del Cauca al suroccidente del país, que dejó 5 indígenas muertos y 6 heridos . Entre los asesinados está Cristina Bautista, autoridad Neehwe’sx (gobernadora), quien en el mes de agosto precisamente denunciaba la incursión de grupos armados en este territorio. La Iglesia local, en voz de Luis José Rueda, arzobispo de Popayán, ha repudiado ipso facto los hechos.
“Nosotros como pueblo de Dios de la arquidiócesis de Popayán nos unimos al clamor de todo el pueblo caucano y colombiano”, ha dicho el prelado en un comunicado y ha exigido “respeto a la vida, a la paz, al trabajo honrado”.
Las autoridades han iniciado las investigaciones. Según versiones hombres desconocidos que se movilizaban en un vehículo negro emboscaron la camioneta en la que iban los indígenas y dispararon a mansalva. Fuentes de la Fiscalía están tras la pista de los homicidas y señalan a grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la llamada columna Dagoberto Ramos como los autores.
Por ello “rechazamos toda incursión armada, rechazamos el narcotráfico, rechazamos las amenazas y los atentados contra la vida de los seres humanos y contra la vida de la creación”, señaló el prelado.
Pese al fuerte clima de violencia, denunciado en diversas ocasiones por la propia Iglesia, hay “una llamada a la esperanza” para que “no dejamos nuestras tierras, no dejemos nuestras familias, no dejemos nuestras organizaciones sociales, no dejemos nuestra oración confiada”, recordó el arzobispo.
“Desde el Cauca un clamor a la comunidad nacional e internacional”, asevera Rueda al tiempo que pide a la academia, medios de comunicación y “a todos aquellos que quieran unirse en el Cauca y en Colombia para defender la vida, para construir la paz y la reconciliación”.
Por ahora toda la Iglesia local: laicos, seminaristas, diáconos, religiosas, religiosos y sacerdotes, hacen votos para trabajar en unidad para que esta región azotada por la violencia pueda tener una historia “dirigida por la fraternidad, la solidaridad y la verdad”.
Foto: El Espectador