Tres días después de ser clausurado en Roma, muchos de los participantes en el Sínodo para la Amazonía (7-27 de octubre) han tratado de encarnarlo más allá de los muros vaticanos, antes de regresar a casa. Es lo que ocurrió este miércoles 30 de octubre en el Espacio Maldonado, en Madrid, en el Encuentro Vida Nueva sobre ‘Sínodo para la Amazonía: ¿profecía o herejía?’, organizado por PPC, Entreculturas, Banco Sabadell y esta revista.
Que se trató de un encuentro vivo, en el que bulló realmente el espíritu amazónico, se demostró al concluir con los cerca de 200 asistentes formando un círculo y, dados de la mano, frente a las mismas imágenes de la Pachamama que dos jóvenes ultras robaron de una iglesia romana y lanzaron al Tíber, cantando y danzando al ritmo que marcaban 19 de los participantes en el Sínodo, todos ellos indígenas amazónicos.
Traídos a España por Entreculturas para que recorran el país en una gira para contar la experiencia vivida estos días en Roma, Vida Nueva ha juntado a nueve de ellos y les ha realizado una sencilla pregunta: ¿y ahora qué?
Ednamar de Oliveira
“Para nosotros, lo primero de todo siempre es la alegría, el hecho de que podamos anunciar la Buena Noticia y, al mismo tiempo, denunciar la muerte. Tenemos que tener claro qué es lo que está matando nuestra Amazonía, nuestro hogar”.
Arizete Miranda
Queremos vivir sin tener la vergüenza de ser felices (lo dice cantando). Tenemos que poner en práctica lo vivido estos días, como Iglesia y a nivel personal, empezando por nosotros mismos. Ha de ser un trabajo en red.
Paulinha de Meireles
“Que llegue la necesaria transformación, tanto en la Iglesia como en el conjunto de la sociedad. Como joven, he percibido que ha habido muy pocos jóvenes estos días en Roma, pero, también, que desde esa semilla se puede marcar la diferencia”.
Gorete Barbosa
Esperamos una Iglesia en salida, que acuda al encuentro de todas las personas que viven en la floresta: los indígenas, los riberiños, los negros, los urbanos… Todas las categorías humanas han de estar dentro. De un modo especial, espero la participación de las mujeres, religiosas y laicas. Todos hemos de valorar la importancia de la casa común, fortalecerla y continuar caminando.
Nei Valente
“Queremos construir una práctica de nuevos caminos en la Iglesia. Dentro del Documento final, que es fruto de todo lo que se ha reflexionado y experimentado en el Sínodo, hay muchos puntos que nos marcan la que debe ser la senda a seguir. Desde esos principios básicos, podemos y debemos trabajar todos juntos”.
Raimunda Paixao
“El Sínodo nos ha dado esperanza. Todo el Pueblo de Dios ha de involucrarse en la defensa de la vida, de la Amazonía y del planeta. Se perciben nuevos caminos para la ecología integral y alcanzar una vida feliz y llena, desde el respeto y la dignidad”.
Paulinho Souza
“La Iglesia debe comprometerse a ser compañera nuestra y a caminar con los pueblos indígenas. No desde una presencia colonizadora, sino escuchando y aprendiendo con nuestros pueblos, pues es fundamental la eficacia de la presencia de la gratuidad”.
Andry Holanda
“Todos nosotros soñamos con un mundo que piense en el valor real de la Amazonía. Pese a la distancia que parece que nos separa, es mucho lo que nos une y todos tenemos que tener conciencia de que hay que preservarla”.
Francisco Chagas
“Después de lo que hemos vivido estas tres semamas en Roma, espero que la Iglesia se una a nosotros y que todo el mundo nos ayude a demarcar nuestros territorios amazónicos para, todo juntos, poder proteger y cuidar nuestra casa común”.