Cono Sur

Los obispos argentinos, al nuevo Gobierno: “El delito de la corrupción nos tienta a todos”

  • Los prelados, en Plenario, difundieron el mensaje ‘El fortalecimiento de nuestra Nación’, en pleno período de transición entre el Gobierno actual y el electo el mes pasado
  • Pidieron también un renovado esfuerzo para superar las distintas formas de violencia y construir la amistad social





Con un llamado a consolidar la democracia y a responder a las mayores hipotecas del país: pobreza, la exclusión y la desigualdad, los obispos argentinos reunidos en la 118º Asamblea Plenaria, emitieron un mensaje, titulado ‘El fortalecimiento de nuestra Nación’.

Destacaron que quieren caminar con los argentinos para ayudar a la consolidación democrática. A su vez, pidieron la ayuda de Dios, para que este camino “se traduzca en vida digna, desarrollo integral, trabajo para todos, acceso a la salud y educación de calidad”.

Pidieron desterrar la corrupción, ya que “no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino”.

Diálogo y amistad social

Los obispos consideran que, para generar síntesis superadoras, “la Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos…”. Afirmaron que la grandeza de la dirigencia se mostrará “si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres”.

Con convicción sostuvieron que como ciudadanos responsables “estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común. Esto supone un renovado esfuerzo por superar las distintas formas de violencia y por construir la amistad social”.

Texto completo

En el inicio de un nuevo período de nuestra democracia, por la cual hemos optado de manera irreversible, queremos caminar con los argentinos para consolidarla cada día más.

Pedimos a Dios que nos ayude para que la senda democrática se traduzca en vida digna, desarrollo integral, trabajo para todos, acceso a la salud y educación de calidad. Reconociendo la inmensa dignidad de cada persona podemos decir que las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad.

La Patria requiere de todos un renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos en orden a generar síntesis superadoras. La grandeza de nuestra dirigencia se manifestará en este intento si sabe incorporar también los esfuerzos y las búsquedas de los más pobres.

Nos permitimos recordar que “la nueva cuestión social abarca tanto las situaciones de exclusión económica como las vidas humanas que no encuentran sentido y ya no pueden reconocer la belleza de la existencia”.

El delito de la corrupción nos tienta a todos de distintas maneras y no será posible un real fortalecimiento de nuestra democracia, sin una firme opción ética en los distintos niveles de la vida social, sin una real división de los poderes del Estado y una participación cotidiana y generosa de cada argentino.

Como ciudadanos responsables estamos llamados a formar un pueblo que, más allá de las discrepancias, sostenga referencias estables que conformen un proyecto común. Esto supone un renovado esfuerzo por superar las distintas formas de violencia y por construir la amistad social.

Jesucristo Señor de la historia, te necesitamos. Virgen de Luján, ponemos a tus pies nuestro futuro.

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