Xochimilco se estrena como diócesis con una fiesta portentosa

Este martes 5 de noviembre, el pueblo de Dios en las alcaldías de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac festejó a lo grande la creación de su diócesis, y tras la celebración eucarística en la que se proclamó la erección canónica e inició su ministerio el primer obispo de esta Iglesia particular, miles de peregrinos celebraron un festín como pocos pueblos saben hacerlo.

Mayordomos, hospederos, fiscales, autoridades de gobierno y fieles en general hicieron gala de su generosidad, y agasajaron a miles de peregrinos con cinco toneladas de carne de barbacoa, una de arroz y casi 40 mil tamales, así como canastas de frutas y dulces para los obispos invitados, entre otras muchas cosas.

Una gran fiesta

La celebración inició en punto de las 10:00 horas en el interior del templo de San Bernardino de Siena, hoy Catedral de Xochimilco, con la profesión de fe por parte del obispo Andrés Vargas Peña, y posteriormente en el atrio del templo se celebró la eucaristía, la cual fue presidida por el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, y concelebrada por unos 25 obispos y arzobispos del país, entre ellos el Primado de México, cardenal Carlos Aguiar Retes.

Durante nueve años, Andrés Vargas Peña estuvo al frente de la octava vicaría episcopal de la Arquidiócesis de México, territorio pastoral que ahora se asume como diócesis, colaborando de cerca con el cardenal Norberto Rivera Carrera, por lo que conoce perfectamente la realidad de esta parte de la Ciudad de México.

La Diócesis de Xochimilco se caracteriza por las tradiciones y sus fiestas, por lo que a la ceremonia acudieron miles de personas de los barrios y pueblos originarios, portando las imágenes religiosas más representativas de la zona: el Niñopa, San Pedro, San Juan Bautista y la Virgen de los Dolores, así como los estandartes que los identifican.

Ante los miles de asistentes, Franco Coppola entregó a Vargas Peña la carta con la cual el papa Francisco lo nombró primer obispo de Xochimilco, quien a su vez la mostró al cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, a los obispos acompañantes, al presbiterio y al pueblo en general.

Arropados en los primeros pasos

En su primer mensaje como obispo de la nueva diócesis, Vargas Peña se dirigió al Arzobispo de México, como metropolitano, para expresarle su agradecimiento y pedirle que aliente los primeros pasos de esta Iglesia particular.

Dijo que en Xochimilco es tiempo de salir a evangelizar como el papa Francisco lo ha pedido de forma insistente, de madrugar para sembrar con abundancia, y de cuidar con esmero las plantas que ya han brotado, “pues no se puede ignorar que desde hace 500 años se ha venido sembrando la semilla del Evangelio en el corazón de los pueblos originarios y en las diferentes comunidades de esa región del Valle de México”.

Aseguró que toda la organización diocesana, las diferentes instancias, los usos y las costumbres sólo se considerarán auténticas en la medida en que favorezcan el anuncio del reino y que muchos se conviertan en discípulos del Crucificado.

La Diócesis de Xochimilco, que abarca tres alcaldías, tiene una superficie de 433 kilómetros cuadrados, con una población de 769 mil 250 habitantes, de los cuales el 85 por ciento son católicos, que serán atendidos por 44 sacerdotes diocesanos y 2 religiosos.

Foto: Arquidiócesis de México