Este 6 de noviembre, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer una plataforma digital para impulsar su Proyecto Global de Pastoral (PGP) 2031-2033, a manera de subsidio, a fin de que las diócesis, agentes de pastoral, catequistas y laicos en general puedan asumirlo y aplicarlo desde su realidad particular.
El PGP es un proyecto de largo alcance elaborado por la CEM a petición del papa Francisco, el cual se circunscribe en un periodo de tiempo que abarca hasta el año 2031, con motivo del quinto centenario del Acontecimiento Guadalupano, y el 2033, cuando la Iglesia celebrará el segundo milenio de la redención cristiana.
Durante la presentación de la plataforma digital ante los medios de comunicación, estuvieron presentes el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey; el secretario general del organismo, Alfonso G. Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey, y el secretario técnico del PGP, el sacerdote David Jasso Ramírez.
El micrositio –explicaron– “quiere desencadenar todo un proceso (…) ante los importantes desafíos que esta nueva época nos plantea, y las tendencias que se prevén, con lo más auténtico y sagrado de su misión evangelizadora”.
En la conferencia de prensa también se dieron detalles de la CVIII Asamblea Plenaria de la CEM, que se desarrollará del 11 al 15 de noviembre del 2019 en Casa Lago, sede de la CEM, donde trabajarán 176 participantes, entre arzobispos, obispos y administradores diocesanos de México.
El objetivo de esta asamblea es ofrecer respuestas pastorales concretas ante los graves desafíos de la Iglesia en México, “mirando e interpretando la realidad con ojos y corazón de pastores, orientados por nuestro Proyecto Global de Pastoral, y buscando ser fermento que fortalezca los valores en nuestro país, principalmente en tres temas”.
El primero de ellos –explicaron– tiene que ver con el Kerigmático-Místico, es decir, mirar a la Iglesia en torno a la situación actual de la catequesis y de la transmisión de la fe. El segundo se refiere al reconocimiento del desafío Comunitario-Sinodal, donde se profundizará en la necesidad de ser Iglesia en salida, y de establecer a la parroquia, como la comunidad de comunidades, animando a los laicos en su comportamiento y en su compromiso de ser fermento en la sociedad.
El tercer tema –detallaron– es “un gran reto Ético-Moral, el cual requiere escrutar, a la luz del Espíritu, si la Iglesia en México ha sabido ser fermento que trastoca los valores humanos de la sociedad en la que está inserta, y qué necesita para enfrentar este desafío”.
“Todo ello, sin dejar de atender las emergencias pastorales: los hermanos migrantes, los jóvenes, los sacerdotes y la protección a los menores; además de otros temas como la construcción de paz, la libertad religiosa, la reestructuración del CELAM, y el recién concluido Sínodo Panamazónico”, concluyeron.