La Iglesia pide justicia por mormones asesinados en Chihuahua

Luego de que este jueves 7 de noviembre fueran sepultados en Sonora tres de los nueve integrantes de la comunidad LeBarón que fueron asesinados en una emboscada el pasado 4 de noviembre a manos de sicarios, la Iglesia en México levantó la voz para clamar justicia y el cese de la violencia en el país.

La Diócesis de Nuevo Casas Grandes, en el estado mexicano de Chihuahua, que gobierna pastoralmente el obispo Jesús José Herrera Quiñones, se dirigió a través de un comunicado a los LeBarón, comunidad de nacionalidad estadounidense-mexicana, pertenecientes a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a quienes se unió y externó su solidaridad ante la pena y el dolor que los embarga.

Herrera Quiñones manifestó que, como Iglesia Diocesana, obispo, sacerdotes, comunidades religiosas y fieles laicos, se encuentran consternados “ante esta tragedia ocasionada por la delincuencia organizada que opera en todo nuestro país”.

De manera particular –explicó– el crimen organizado ha estado presente en el estado de Chihuahua y en sus comunidades desde hace más de una década, “ocasionando sufrimiento, dolor, temor y muerte, ahora también a bebés y niños inocentes, y mujeres”.

A favor de la justicia y la paz

La Diócesis de Nuevo Casas Grandes ofreció sus plegarias y solidaridad con las víctimas, “tanto los heridos como los asesinados, y sus familias” y destacó que la Iglesia siempre se pronunciará a favor de la justicia y la paz del orden social, pues “creemos en la bondad de una cultura que promueve y respeta la vida siempre y en todas formas”.

De igual modo, hizo un llamado “urgente al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y a las autoridades estatales y municipales, para que se esclarezcan estos hechos, que detengan a los responsables y restablezcan la paz tan deseada en nuestro estado y en nuestro país”.

Reiteró a la familia LeBarón sus oraciones por “sus difuntos  y pedimos al Dueño de la Vida, nuestro Dios y Señor que les conceda el eterno descanso; y a ustedes, les conceda la esperanza y el consuelo de la fe, rogando al mismo tiempo por la salud de los que han quedado heridos”.

De acuerdo con las autoridades mexicanas, las víctimas habrían sido confundidas con un grupo criminal antagónico al cártel La Línea, hipótesis que ha sido descartada completamente por la comunidad mormona en el estado, que desde años atrás ha tenido que lidiar con grupos criminales.