Durante su homilía hoy, 12 de noviembre, en Santa Marta, el Papa ha recalcado que “el diablo existe” y no como “un mal etéreo”. Y Francisco, tal como recoge Vatican News, ha sido muy claro al respecto: “es el sembrador de odio”, quien “se la ha tomado con Jesús” ya que, la “envidia de este ángel soberbio” no le deja “aceptar la Encarnación”. Es decir, siente celos por la naturaleza humana y por el hecho de que el Hijo de Dios la adoptase.
Todo esto “ha llevado al diablo a destruir a la humanidad”, dejando entrar “los celos, la envidia, la competición” en el corazón de los hombres. Sin él, “podríamos vivir como hermanos, todos en paz”. Sin embargo, y aunque uno piense que “no destruye a nadie”, lo cierto es que esto es “lo que se hace cuando se cae en habladurías sobre otra persona”. “Las habladurías matan, calumniar mata”, ha subrayado el Papa.
Del mismo modo, Francisco ha recordado “los horrores de las guerras” y que, detrás de todo ello hay “alguien que nos mueve a hacer estas cosas, y eso es lo que llamamos tentación”. “Hay muchos niños mueren de hambre, de enfermedades”, ha recordado, “porque no tienen agua, instrucción o educación sanitaria”. Además, ha denunciado la paradoja de que “el dinero que se necesitaría para esto va para fabricar armas que son para destruir”.
Todo esto es lo que “sucede en el mundo, pero también en mi alma, en la tuya, y en la tuya”. El diablo “no logra tolerar que Jesús adquiriese nuestra naturaleza humana, y esa es la raíz de la envidia del diablo, la raíz de nuestros males, de nuestras tentaciones, de las guerras, del hambre, de todas las calamidades del mundo”.