Los familiares de las personas que en su día fueron enterradas en el Valle de los Caídos sin su consentimiento (en su gran mayoría, provenientes de fosas comunes con víctimas del bando republicano) y que han reclamado su exhumación, han recibido la luz verde para ello.
Así lo ha confirmado, en un comunicado, Patrimonio Nacional, que explica que aplica así “los acuerdos adoptados por el Consejo de Administración del Organismo en su reunión del pasado 1 de octubre”, notificándoselo ahora “a los familiares de las personas inhumadas en el Valle de los Caídos cuyas solicitudes de exhumación se encuentran en trámite”.
En la práctica, eso va a llevar una serie de “actuaciones” a aplicar “en las criptas adyacentes a las capillas de la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos”. En primer lugar, se acometerá un “proyecto de obras para el acceso y afianzamiento de los distintos niveles de las criptas”. Tras ello, se procederá a “la apertura de la Capilla del Santo Sepulcro, siguiendo por la Capilla del Santísimo y, finalmente, por las capillas laterales de la nave de la Basílica”.
Dicho “proyecto de obras” no se ha concretado, pues falta por conocer el número exacto de enterrados en el Valle de los Caídos que podrían ser exhumados. Y es que, aunque oficialmente hay en la basílica restos de hasta 33.847 personas, se desconoce cuántas de las víctimas son ocasionadas por el ejército rebelde y cuántas se dieron en la retaguardia del bando nacional o en la posterior represión del régimen franquista. Además, muchas están sin identificar y, de las que sí lo consta su identidad, en muchos casos no hay solicitud alguna para su exhumación de Cuelgamuros.
“Durante todo el proceso –explica Patrimonio Nacional– se contará con la asistencia permanente de expertos forenses para el asesoramiento técnico y legal del tratamiento de los columbarios. A su vez y en el transcurso de la ejecución de las distintas fases de las obras, se solicitará al Consejo Médico Forense una inspección valorativa que lleve a determinar las distintas consideraciones físicas, técnicas y jurídicas en cada lugar de la Basílica”.
“De esta forma –se concluye– y teniendo en cuenta todas las medidas y actuaciones anteriores, se podrá determinar la viabilidad de la localización, identificación y la recuperación de los restos de las personas inhumadas, con respeto a los derechos de terceros”.