Madrid acoge desde hoy el XV Congreso de Escuelas Católicas bajo el lema “#Magister. Educar para dar vida” que pone su mirada en la figura del maestro. En el foro participarán hasta el sábado más de 2.000 educadores entre directores, profesores y titulares de centros cristianos.
Como anfitrión de la cita, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, defendió que “una escuela es cristiana cuando acoge a todo el mundo como ser personal e imagen de Dios”. Tras señalar que la escuela “es una realidad prepolítica”, animó a los maestros a promover “una escuela viva que educa para dar vida”, siendo capaz de “reconocer y apreciar las diferencias”, teniendo en cuenta que “nadie es inorpotuno, que es el prójimo al que tengo que amar”.
Así, destacó la importancia de educar en libertad para anunciar a Dios: “La escuela será cada vez más compleja y técnica, pero cada vez debiera ser más cercana a la vida con el fin de que el hombre reconozca sus necesidades sagradas”.
“Es preciso cuidar el corazón de los educadores y las educadoras. En el corazón del educador hace anidar el por qué”, subrayó el presidente de Escuelas Católicas, el salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, que planteó cómo “la misión que llevamos adelante en nuestras escuelas no son meras obras, estructuras, actividades e iniciativas sino la pasión pastoral por la salvación de la juventud”.
Por su parte, el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, “más allá de los tópicos y las frases aduladoras”, puso en valor su papel fundamental de los profesores para “llevar a la práctica la misión y dan vida a nuestros proyectos educativos”.
Tras estas intervenciones y un polémico discurso de la ministra de Edcuación, Isabel Celaá, se proyectó parte de una entrevista a Peter Mokaya Tabichi, hermano franciscano, ganador del Global Teacher Prize 2019 que premia al mejor profesor del mundo. En ella, el religioso educador la necesidad de formar “buenos líderes para sacar lo mejor de cada profesor para transformar la escuela”.
En la sesión inaugural, también participaron el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana; el secretario vaticano de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, José Rodríguez Carballo; el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello; el cardenal claretiano Aquilino Bocos; la presidenta de Confer, Mariña Ríos y el secretario general de Confer, Jesús Miguel Zamora.
En un turno final de aportaciones, Tiana explicó que “dar vida es dar el máximo de oportunidades para que todos tengan una vida plena” lo que implica una escuela que se comprometa a “desarrollar todas las capacidades y competencias que todas las personas necesita”. En esta misma línea, el presidente del Consejo Escolar de Estado comentó que “la educación es la mayo riqueza de un país”.
Rodríguez Carballo, por su parte, expresó cómo en la escuela católica “no puede faltar Jesus, que para nosotros es el magister, es el maestro. Pero tampoco puede faltar el fundador o fundadora, como encarnar esos hombres y mujeres esos valores que queremos transmitir”.
La viceconsejera de Política Educativa de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert López-Ibor, presentó a “los profesores como piedra angular de la educación, guías que ayudan al proceso de maduración para que convertir a los alumnos con sentido crítico, con libertad”.
“El profesor tiene que transmitir conocimientos y valores y nosotros desde las instituciones tenemos que darles herramientas como la ley de autoridad del profesor”, subrayó Albert.