“De ninguna manera se puede decir que el derecho de los padres a elegir centro pueda ser parte de la libertad de enseñanza”. Estas palabras de la ministra de Educación, Isabel Celáa, han causado una gran sorpresa entre el público del XV Congreso de Escuelas Católicas, que ha dado comienzo hoy en Madrid y que ella misma inauguraba.
De hecho, ha sido una afirmación ante la que la Conferencia Episcopal no ha tardado en pronunciarse. “El artículo 27 de la Constitución, leído en sus 10 puntos, es la expresión básica del pacto educativo en España con tres pilares: derecho a la educación, libertad de enseñanza y derecho de los padres”, ha recordado Luis Argüello, portavoz y secretario de la CEE.
Una libertad que debe ser garantizada
Por eso, y dado que la libertad de elección de centro de estudios por parte de los padres es un asunto ampliamente defendido por la escuela concertada y, concretamente, por los colegios católicos, Argüello ha señalado que, desde la CEE, esperan que “en el marco del tono cordial de la salutación de la ministra, la exclusión del derecho de los padres haya sido un lapsus”.
Y es que, de no ser así, “supondría un giro en la política educativa de extraordinaria gravedad para el derecho de los padres y la libertad de enseñanza”, sobre todo en una sociedad “tan plural” que, tal como ha apuntado el obispo, “precisa unas bases educativas comunes y un desarrollo conforme a las convicciones de las familias y su iniciativa social”. Algo para lo que se hace indispensable sea garantizado por las Administraciones, “conforme a la Constitución y los Tratados internacionales firmados por el Estado”.