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Jordi Bertomeu: “Un 60% de los nuevos casos de abusos vienen del mundo hispanohablante y Brasil”





“El abuso sexual de menores en el clero ha cambiado. Alrededor del 60% de los nuevos casos vienen del mundo hispanohablante y Brasil”. Así lo ha reconocido hoy el oficial de Doctrina de la Fe Jordi Bertomeu en el XXX Curso de Actualización de Derecho Canónico ‘La protección de los menores en la Iglesia’, que ha congregado a más de 250 personas en la Universidad de Navarra.

De esta manera, el sacerdote español desmiente la premisa de que la crisis de abusos, que estalló en Estados Unidos, no se haya internacionalizado. “Es un problema gravísimo que está provocando una situación de excepción en la vida de la Iglesia. Y nos estamos jugando la credibilidad. Pero también el sostenimiento, porque alemanes y estadounidenses ya no quieren contribuir económicamente a la Iglesia para que su dinero acabe en manos de abogados”, ha alertado Bertomeu, para luego recalcar con dureza: “Tenemos el deber de hacer justicia con las víctimas”.

El sacerdote de Tortosa se ha dirigido a los asistentes a las jornadas en un lenguaje llano. De hecho, ha llegado hasta a cambiar el título de su ponencia, titulada ‘La praxis de la Congregación para la Doctrina de la Fe: expresión de un cambio de mentalidad’. Y es que, según ha explicado, ahora son una casa de puertas abiertas.

Los sacerdotes y el sexo

Durante su alocución, ha dejado claro que “los abusos siempre son un tema más serio en la Iglesia porque contrasta con la voluntad moral y ética” que se presupone a un sacerdote o religioso.

En un tono distendido, Bertomeu ha remarcado que hay sacerdotes que “se drogan o beben”, y “existen terapias para ellos”. Por eso, “si se detectan, por favor, hagámoslo a tiempo para evitar problemas mayores. El sexo está hoy al alcance de un clic y el sacerdote no es un extraterrestre, es hijo de su tiempo y tiene los problemas y tentaciones del momento que vive”, ha subrayado.

“No creen en el sacramento”

Para Bertomeu es lógico que los fieles “se irriten por la falta de empuje de la Iglesia”. “La fe es un bien precioso, un don que puede sucumbir, y hace falta protegerlo. Y quienes cometen este delito no creen en la santidad del sacramento del orden, porque si no, no tocarían a un menor”. 

En relación a la expresión de tolerancia cero, ha querido recordar que, aunque Benedicto XVI y Francisco la hayan usado, “no entendamos nunca este concepto como un gran principio jurídico, porque no lo es”.

Al mismo tiempo, ha pedido cautela con la misericordia. “Es verdad que tenemos que tener presente la misericordia y la redención del delincuente, pero solo en casos leves. Misericordiosos podemos ser, pero un delito es un delito”, ha reconocido.

Una línea roja

Ha insistido con vehemencia que el tema de los abusos a menores es “una línea roja”, porque “en la Iglesia queremos que el sacramento del orden sea vivido por personas santas”. Por suerte, “parece que esto va calando en todo el mundo y ya se van subiendo al carro de la justicia con las víctimas”. No obstante, ha recordado dos principios básicos: seriedad y celeridad.

En este sentido, ha citado el caso de la Iglesia chilena, que conoce de primera mano, pues viajó hasta el país con el arzobispo Charles Scicluna. “El Papa se da cuenta en su viaje a Chile en enero de 2018 de que algo pasa, porque no hay gente en la calle, siendo un país católico”, ha dicho. “En Chile fallaron todos los diques de contención y tuvo que actuar el ministerio petrino“, ha añadido.

“Los medios no son los culpables”

En otro punto, Bertomeu ha querido dejar claro que los medios de comunicación “no han sido los culpables” de esta crisis. “Que los medios han puesto en marcha el ventilador, vale, pero la culpa la tenemos nosotros porque no hemos hecho bien las cosas, y no protegimos a los menores”.

Asimismo, ha invitado a todo aquel que piense que Doctrina de la Fe ha condenado injustamente a un sacerdote, a decirlo para revisar el caso, porque, “a lo mejor, el sacerdote que era tan santo no lo era tanto y Doctrina de la Fe, que es tan mala, a lo mejor no es tan mala”.

Bertomeu también ha querido acabar con el mito de que hay una conexión entre la homosexualidad y los abusos. “La mayor parte de abusos se cometen en el ámbito heterosexual, porque se da en las familias. En el clero, al ser una comunidad de hombres, es previsible que, si un sacerdote no vive castamente, lo haga con hombres. Esto no significa que esté relacionada la homosexualidad con los abusos”, ha remarcado.

Por último, Bertomeu ha pedido a los sacerdotes asistentes que no sean “corporativistas”. “No podemos defender al clero porque sí. La clave es cambiar de mentalidad y escuchar a las víctimas para darnos cuenta de que estamos ante una persona rota a la que no solo le robaron la infancia, también la fe”. Por tanto, ha concluido: “Hagamos justicia”.

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