Rezar y vivir los sacramentos. Esta ha sido la petición del papa Francisco a los peregrinos que participaran en el Raduno Fratello 2019 –del 14 al 17 de noviembre–, organizado por la Asociación Fratello en el Santuario de Lourdes con ocasión de la III Jornada Mundial por los Pobres, que se celebra este domingo.
Francisco ha destacado que “Dios quiere revelar a cada uno su dulce presencia”. Asimismo, ha recordado a los peregrinos que “necesita a todos y cada uno”: “Vosotros, que estáis al pie de la cruz, quizá solos, aislados, abandonados, sin casa, expulsados de vuestra familia o de vuestro país, víctimas del alcohol, de la prostitución, de la enfermedad. Sed conscientes de que Dios os ama. Dios escucha especialmente vuestra oración. El mundo sufre y vuestra oración conmueve al Señor. Vosotros que sois pequeños, sois pobres, frágiles, sois el tesoro de la Iglesia. Estáis en el corazón del Papa, en el corazón de María, en el corazón de Dios. Cada vez que vuestra vida ha sido pisoteada, maltratada, ofendida, es Jesús quien ha sido pisoteado, maltratado, ofendido”.
Y ha añadido: “Hoy, el Papa quiere consolarles, darles un consuelo y decirles que los quiere y los invita a acudir a la fuente”. Por ello, ha pedido dos cosas a los miembros de la asociación formada por laicos comprometidos: que recen y vivan los sacramentos.
En primer lugar, “recen: y para ello, recibid a María en vuestro interior, acurrucaos contra ella. Ella es la puerta de la Iglesia que está abierta de par en par. Ella acogió completamente al Espíritu Santo. Ella nos da a Jesús y nos conduce hacia Él. Rezad, suplicad a Dios, pedidle que venga a nuestras vidas. Pedid a Dios que reparta su dulce compasión sobre el mundo”.
En segundo, lugar les ha pedido “vivir los sacramentos: la Iglesia os propone vivir los sacramentos, son regalos. ¿Queréis ser cristianos? Pedid el bautismo. Os invito a descubrir en especial la confesión, el sacramento del perdón en el que Dios nos muestra su ternura y nos libera. Vivid la Eucaristía para acoger al mismo Dios en vuestro cuerpo y en vuestra alma. El os da la fe y la alegría. Vivid también el sacramento de la unción de los enfermos, tan valioso para aquellos de vosotros que estéis heridos en vuestro cuerpo o en vuestra mente.
Vivir la caridad
Por otro lado, les ha instado a “vivir la caridad: no hay nadie tan pobre como para no tener nada para dar. Pidamos al Espíritu Santo, el Espíritu de Amor, que nos inspire actos de caridad, de benevolencia hacia quienes nos rodean”, porque “el Amor salva al mundo y Dios quiere pasar por nosotros para salvar al mundo. Finalmente, cuando regreséis, no os marchéis como habéis venido. Regresad con la esperanza, sed testigos del amor de Dios en vuestro entorno”.
Por último, les ha pedido que cuenten al mundo “cuál es vuestro tesoro: Jesús. Id con María, que haga de vosotros apóstoles de la ternura de Dios. El Papa os quiere y confía en vosotros. ¡Os bendigo a todos y cada uno de vosotros, que el Espíritu Santo os renueve a todos por Su amor!”.