Mientras Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela y del Parlamento, pulsea de nuevo su poder de convocatoria llamando a una gran marcha nacional para tomar las “calles sin retorno” para este sábado, 16 de noviembre, en la capital Caracas, por otro lado, el régimen chavista también ha convocado a sus afectos a realizar una contramarcha. Los ánimos nuevamente se caldean en el país petrolero, en un año signado por persecuciones políticas, represión, falta de alimentos y medicinas, hiperinflación y colapso en los servicios públicos. También los venezolanos en la diáspora se congregarán en distintas ciudades del mundo para expresar su descontento.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) no está ajena a esta realidad y, como en anteriores oportunidades, ha recodado que “el derecho a la protesta y a manifestarla de manera pública está estipulado en el ordenamiento jurídico venezolano” en apoyo a quienes han decidido expresar su inconformidad “ante una situación de crisis que sigue golpeando la dignidad humana”.
Así lo han dado a conocer en un comunicado José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente, Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y 1° vicepresidente, Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira y 2° Vicepresidente, José Trinidad Fernández, obispo auxiliar de Caracas y secretario general.
Comunicado de la Presidencia de la CEV ante los anuncios de las marchas convocadas para este 16 de noviembre de 2019 https://t.co/YlXomXP2Hp pic.twitter.com/GSBvh2W4Ii
— Conferencia Episcopal Venezolana CEV (@CEVmedios) November 15, 2019
Al acecho de los colectivos
El anuncio de Guiadó ha generado la reacción inmediata de cuerpos de seguridad del Estado, las milicias y colectivos al servicio de la revolución bolivariana, quienes por distintas vías han comenzado a amedrentar como en efecto sucedió la tarde de este viernes, 15 de noviembre, cuando un grupo de encapuchados allanó la sede del Partido Voluntad Popular, bancada del también presidente del parlamento venezolano y su mentor político Leopoldo López.
Al respecto el Episcopado denuncia que “el oficialismo está invitando a sus adherentes a realizar marchas. A la vez quienes rigen la nación han pedido que la “milicia” y otros grupos salgan en defensa de la paz y del sistema que han venido imponiendo de manera hegemónica y totalitaria”.
En este sentido los prelados han reiterado su llamado a la paz y el respeto en todo momento, porque apelar “a la violencia es irracional y no es propio de quienes nos identificamos como hijos de Dios”.
De lado y lado
En un serio llamado frente al divisionismo de la propia oposición han pedido “tomar en cuenta al pueblo como verdadero sujeto social, capaz de resolver las dificultades que nos aquejan a todos y de aportar con su sabiduría popular las soluciones que apunten al bien común” sin excepción alguna.
Además han criticado fuertemente las postura de cerrazón (terquedad) de sectores afines a Nicolás Maduro “donde lo que importan son los intereses particulares, el afán de poder o por mantenerlo o por conseguirlo, el mantenimiento de la corrupción y el olvido manifiesto por el pueblo”
“Es hora para quienes detentan el poder de abrir las posibilidades de un cambio político, requerido por la inmensa mayoría de la población. También lo es para que quienes están del lado de la oposición pongan su mirada en las necesidades de un pueblo sufriente”, han sentenciado.
Defiendan al pueblo
Una vez más han pedido a las autoridades resguardar la integridad de quienes protestan y han pedido honrar su código de ética tanto a las autoridades militares como policiales, quienes de una vez por todas, deben honrar “su juramento de defender al pueblo y sus derechos”.
“Lo es también para que todos los hombres y mujeres, cualquiera que sea su condición y responsabilidad, se animen a dar soluciones a la crisis que impide la paz social en Venezuela”, han dicho, mientras que por ahora “seguiremos al lado del pueblo y a su servicio, como pastores de una Iglesia que quiere seguir siendo fiel al Evangelio de Jesucristo, el de la liberación y la justicia”.
Foto: CEV