El papa Francisco nombró al agustino recoleto español Jesús María López Mauleón obispo de la nueva prelatura territorial del Alto Xingu-Tucumã (Brasil). Así lo hizo público el Vaticano el pasado 6 de noviembre. El hasta ahora vicario episcopal de la Archidiócesis de Fortaleza se convierte en el primer prelado de esta diócesis de nueva creación, en la región amazónica de Brasil, que responde a la restructuración de la provincia eclesiástica de Belém do Pará. Su ordenación será el 29 de diciembre en la catedral de Fortaleza, y el 9 de febrero se efectuará la creación de la nueva prelatura.
PREGUNTA.- ¿Cómo ha acogido este nuevo encargo?
RESPUESTA.- Es una honra, pero también un desafío grande ir en pleno siglo XXI al centro del Amazonas. No conozco la zona, sí otros pueblos amazónicos, pero no esta parte.
P.- ¿Dijo un sí rotundo?
R.- Me enteré yendo de Fortaleza a Sao Paulo. En el aeropuerto, el avión estaba saliendo y se paró porque estaba averiado. A los 30 minutos nos hicieron viajar del avión. Estando esperando, me llamó el nuncio. Yo no oía nada. Entendí bastante poco. Y le dije: ‘Está muy difícil la comunicación, mañana nos hablamos’. Estando en Sao Paulo rezando, me llamó de nuevo. Le dije que aceptaba ese desafío. Los navarros somos así, no decimos que no. Y yo nunca he dicho que no, no iba a ser ahora una excepción. Yo, como san Agustín, siempre donde la Iglesia nos diga.
P.- Cuando le encargan un servicio así, ¿se pregunta por qué yo?
R.- Los dicasterios están haciendo un gran trabajo, con la nunciatura y las provincias eclesiásticas, para reestructurar la parte pastoral y estar más presentes en lugares difíciles. Una diócesis que ocupa la extensión de media España no puede tener al obispo tan presente. La mía es pequeña y es un tercio de España. En el Amazonas hay 30.000 pastores protestantes. ¿Y cuántos padres? La atención es muy precaria. Hay comunidades en el Amazonas en las que el Pueblo de Dios tiene una misa o dos al año. Este nombramiento es para una mejor atención. No se puede estar diciendo en el papel durante el Sínodo para la Amazonía que hay que atender pastoralmente a estas personas y luego no colocar los medios.
P.- El Papa le ha ‘robado’ otro efectivo a Miguel Miró… y ya van 21 obispos recoletos. ¿Qué le ha dicho el prior?
R.- Me ha pedido que dé buen testimonio como agustino recoleto. No sé si me va a ser fácil, porque yo estoy acostumbrado a vivir en comunidad, compartiendo, por eso intentaré crear una casa de acogida para los padres.
P.- Ya sabiendo que había sido nombrado obispo para la Amazonía, ¿cómo ha vivido el Sínodo?
R.- Al principio lo tenía como una curiosidad, pero ahora es mi prioridad. El Sínodo tiene que salir del papel y para eso tiene que haber medios económicos y humanos. Ahora me toca estudiar el ‘Documento final’. No podemos estar diciendo una cosa en misa, otra en la calle y luego estar desatendiendo la naturaleza y los problemas sociales, porque la evangelización o es integral, o no lo es.
P.- Dos temas que han resonado con fuerza durante la asamblea sinodal han sido el papel de las mujeres y los nuevos ministerios. ¿Cómo se va a materializar en una diócesis que nace hoy?
R.- Siguiendo el espíritu del Concilio Vaticano II, los ministerios laicales son imprescindibles. Si yo no tuviera en fortaleza los laicos que tengo en cada pastoral no haría nada. Y en el Amazonas, con más razón. Si en España decimos que una monja es párroco y que el padre no lo es, ¿qué nos dirían? El padre celebra misa y confiesa, pero no es párroco… (risas). Tiene que funcionar así y se tiene que dar espacio a las mujeres porque son las líderes. Habrá una frontera que no se puede traspasar, pero de resto podré dar ministerios a los laicos. De todas maneras, el tema principal del Sínodo ha sido la sinodalidad. Ya basta de obispos y sacerdotes que son todo, hay que trabajar en común y en comunión. Así seremos más participativos y eficientes. Aquí funciona así y nadie se escandaliza por eso. Esto no es norma, pero las circunstancias al final nos acaban diciendo qué hacer, y no lo dice el papa Francisco, esto lo dijo el Concilio Vaticano II.
P.- Estando en Brasil ya por casi 20 años, no puedo dejar de preguntarle por el actual Gobierno. ¿Cómo vive Brasil con Bolsonaro?
R.- Desgraciadamente, las ‘fake news’ planean por todos sitios. Eso de que el Papa ha convocado el Sínodo en contra del Gobierno es mentira. Sí es cierto que este presidente está sorprendiendo con salidas de tono, que no era lo esperado. Se esperaba un cambio de Gobierno por la corrupción del anterior Ejecutivo, pero estas formas liberales son preocupantes, máxime cuando el presidente se autoproclama muy religioso. Es una gran incoherencia, pero nuestro pueblo es tan religioso que le cuesta diferenciar. Cerca de mi nueva diócesis han matado a unos líderes indígenas, porque los políticos no quieren que se metan en sus asuntos. Ellos no lo van a publicar, así que démosle voz.