‘Menores, ni una gota’ es el lema de la campaña que puso en marcha la Fundación Alcohol y Sociedad en 2010 para prevenir el consumo de bebidas alcohólicas en menores de edad. Diez años después, es momento de hacer balance de esta iniciativa y, para ello, hablamos con la directora de Relaciones Institucionales de la Fundación, Silvia Jato, recién aterrizada en este cargo.
PREGUNTA.- ¿Cómo fue su primer contacto con la Fundación Alcohol y Sociedad?
RESPUESTA.- Me llevaron a uno de esos programas pedagógicos que imparten en los colegios y vi cómo la reacción del alumno con el monitor era perfecta. Estamos hablando de chicos menores a los que habitualmente es muy difícil arrancarles una palabra. Pude comprobar cómo se generaba una comunicación increíble entre ellos. Eso me atrajo muchísimo.
P.- En España, ¿no somos excesivamente permisivos con el alcohol?
R.- Efectivamente, se ha ensalzado demasiado. Ves a alguien drogado y piensas: “¡Pobre hombre!”. Sin embargo, te encuentras a un borracho y dices: “¡Menuda lleva este!”. Incluso al expresarlo, somos condescendientes con el uso abusivo de alcohol. Se ha considerado que el abuso es algo aprobado y no puede ser así ni en adultos ni en menores. Hay que arrancar por los que empiezan con 12 añitos y consideran que da igual probarlo, porque te desinhibes, porque eres “más guay”… y los lleva a consumir atracones. No beben durante la semana y, los fines de semana, de forma esporádica, se beben el mundo hasta caer en comas etílicos. No es bueno para sus cuerpos ni para su formación. Hay cosas que no pueden hacer. Es como si les permitiésemos coger un coche sabiendo que se estrellarán.
P.- Si a los padres les preguntan si sus hijos beben, te dicen que sus hijos ni lo prueban…
R.- Sinceramente, cuando cierran la puerta de casa, no sabes lo que hacen y es complicado saberlo. Tendrías que tener un inspector siguiéndoles porque, además, son hábiles para ocultarlo. Así hemos sido todos, nos gusta lo prohibido… pero, por otro lado, te diré que el 48% de los padres son conocedores de que sus hijos beben.
P.- ¿Qué se pretende con esta campaña?
R.- Concienciar, educar… porque creemos que, desde toda la experiencia que avala a la Fundación a lo largo de sus 20 años, la única manera de convencer a un menor es a través de la educación. La Fundación les da alternativas de ocio que logramos ofrecerles gracias a la Universidad de Padres con la que trabajamos muy de cerca, en la que participa José Antonio Marina. (…)