El arzobispo de La Plata (Argentina), Víctor Manuel Fernández (Tucho), ha hecho frente a las continuas críticas del papa Francisco por un sector concreto de la sociedad argentina. “Me llama poderosamente la atención que se piense que cada cosa que dice el Papa Francisco está pensada para Argentina”, comienza escribiendo en su reflexión dominical. Citando la agenda internacional del pontífice, Fernández apunta que hay quienes “aquí piensan que se la pasa leyendo los diarios argentinos y pensando en nosotros en cada cosa que dice”.
Acusado de populismo
Citando el discurso del Pontífice a la Asociación Internacional sobre Derecho Penal del pasado sábado, 16 de noviembre, en el que señaló –una vez más– su opinión sobre la prisión preventiva “ya dan por sentado que solo lo hace para inmiscuirse en la justicia argentina”, critica señalando la amplificación de los medios y las redes sociales sin una “auténtica cultura crítica”. “Escuchando a Francisco he aprendido mucho, pero me asombra el escaso profesionalismo de quienes repiten muletillas sin investigar un poco más a fondo su pensamiento y su propia trayectoria”, lamenta el arzobispo cercano a Bergoglio.
Ante quienes ven a Francisco como un apoyo del populismo, el arzobispo de La Plata pone como ejemplo las políticas xenófobas de Salvini en Italia y Trump en Estados Unidos que encuentra en el pontífice “un fuerte escollo en el discurso del Papa, que invitaba a la apertura y a la acogida de los migrantes”.
Quienes acusan al Papa de populismo “dicen que Francisco alienta la vagancia, cuando pocos como él insisten que un objetivo fundamental de la política es que haya trabajo para todos, para que no hagan falta los subsidios”, añade remitiendo a los puntos básicos de Laudato si’.
“¿A quién se le puede ocurrir que venga a la Argentina, a exponerse y desgastarse inútilmente? A su edad, seguramente pensará en qué quiere invertir los pocos años que le quedan. ¿Tendría sentido venir aquí a entregarse a una carnicería?”, se pregunta ante la cuestión de una visita del Papa a su país natal. Y es que las críticas en Argentina al pontífice le llegan, según asegura, desde el lado de “los ultraconservadores, los neoliberales más fanáticos y la izquierda troskista, incluyendo unos cuantos católicos entre los primeros”. Sin embargo, “la mayor parte de la población lo quiere y lo respeta. Pero no parece prudente dejar a esa mayoría a merced de quién sabe qué movida podrían hacer, donde los lobos se unen contra la misma presa, aunque después se peleen entre sí para quedarse con los restos”.