“Si yo pudiera hablar con Alberto le preguntaría si vale la pena comenzar su mandato con un tema que tanto divide a los argentinos…”, así se manifestó Víctor Manuel Fernández, Arzobispo de La Plata, en referencia a las expresiones de Alberto Fernández sobre la despenalización del aborto.
El obispo Fernández difundió, en sus redes sociales, sus apreciaciones y aclaró algunas dudas. En primer lugar, expresó que “Una cosa es despenalizar a la mujer que ya abortó y otra cosa es legalizar el aborto. La realidad es que casi ninguna mujer va presa por haber abortado. Despenalizar sería simplemente blanquear esa situación”. Luego aclaró que “otra cosa es legalizar el aborto libre, facilitar el aborto para quien quiera hacerlo por cualquier causa”.
En cuanto a la discusión sobre si se trata de un tema de salud pública, indicó que de las muertes maternas, solo una pequeña parte es por aborto procurado. “Más del 80 por ciento de estas mujeres se mueren por llegar al parto desnutridas, diabéticas sin tratar, etc.”. Subrayó que otras abortan con inmenso dolor porque desearían ser madres, pero no pueden sostener a ese hijo engendrado. Y se preguntó: ¿Alguien las está tomando en serio en este momento?
El presidente electo de la Argentina expresó, en estos días, que propondría rápidamente un proyecto de ley para avanzar con la legalización del aborto: “Quisiera que el debate no sea una disputa entre progresistas y conservadores, entre revolucionarios y retrógrados, es un problema de salud pública que debemos resolver y hay que asumirlo así”.
Con anterioridad, el futuro presidente ya había fijado claramente su posición. Públicamente, se manifestó como un “activista para ponerle fin a la penalización del aborto”.
“No hay que ser hipócritas. Los abortos se hacen clandestinos. Es una cuestión de salud pública”, había expresado en una visita a la provincia de Tucumán, lugar en el que una nena, Lucía, de 11 años, quedó embarazada por una violación, y aunque tenía acceso al protocolo de aborto legal, la legislación provincial se lo negó.
Ahora, aseguró que enviará un proyecto de ley al Congreso “tan pronto” llegue al gobierno 10 de diciembre.
El arzobispo platense expresó: “le escuché decir, antes de las elecciones, que no consideraba que este tema fuera una prioridad o una urgencia, que dividía al país y que había que analizarlo bien y con tiempo”. Valoró la capacidad del presidente electo, y espera que pueda levantar y pacificar el país. Afirmó también: “Podemos estar codo a codo defendiendo los derechos sociales, buscando un país productivo e inclusivo”.
“Si yo pudiera hablar con Alberto le preguntaría si vale la pena comenzar su mandato con un tema que tanto divide a los argentinos y que tanta tensión ha provocado”. Lamenta que “muchos lo votaron confiando en estas palabras”. Pero sostuvo que “es mi derecho decir lo que pienso sobre este tema, aunque sé que también me expongo a una nueva catarata de descalificaciones”.