Ha pasado un mes desde que las estatuas de la Pachamama fueran robadas de la iglesia de Santa Maria in Traspontina de Roma durante el Sínodo por la Amazonía, para acabar siendo arrojadas al Tíber. Han pasado, además, algunas semanas desde que el joven austriaco Alexander Tschuggel se confesara autor del robo. Ahora, tal como recoge Crux Now, se abre paso por Estados Unidos, acogido por católicos conservadores.
Y es que, en pocas semanas, el joven ha creado el Instituto San Bonifacio, una organización “para acabar con el paganismo dentro de la Iglesia” y que pretende, además, “desde el corazón de Europa”, reunir “a todos aquellos que no quieren inclinarse ante la Madre Tierra”. Así, durante la última semana, Tschugguel ha viajado dando discursos en Washington DC, Nueva York y Texas.
Estas conferencias han sido organizadas y patrocinadas por Tradition, Family and Property (TFP), LifeSite News y Taylor Marshall. Todos ellos, grupos católicos conservadores o individuos particulares que se han mostrado muy críticos con el sínodo amazónico y el papado de Francisco.
De hecho, fue en una de estas conferencias cuando Tschugguel desveló nuevos detalles de su motivación a la hora de robar las estatuas. Como ya contaba en el vídeo, estuvo en Roma durante el Sínodo y, desconcertado ante la presencia de las estatuas y de que se hubiera plantado un árbol durante una de las oraciones en los jardines del Vaticano, regresó a Austria. Decidido a actuar, volvió a Roma, donde consultó la posibilidad de “cortar el árbol o robar las estatuas” con un sacerdote austríaco que le dijo que era “su deber” llevar a cabo el robo.
Tschugguel justificó que, en todo momento, las acciones que han llevado a cabo han sido “lógicas”, y no fruto de dejarse llevar “por la emoción”. “No queremos hacer cosas por pura emoción”, dijo. “Tenemos que pensar en las cosas. Nuestra fe es inteligente y lógica”.
En el mismo discurso, el joven criticó a Naciones Unidas y a la Unión Europea por su enfoque hacia el cambio climático, que calificó como una agenda impulsada por “políticos izquierdistas, ONGs comunistas y adolescentes radicales escandinavos”, en clara referencia a la joven activista Greta Thunberg. Asimismo, puso en duda los incendios que azotaron el Amazonas el pasado verano, y alabó la decisión de Donald Trump de retirar a Estados Unidos de los Acuerdos de París, calificando esto como un acto de “verdadera habilidad política”.