“Santo Padre, ¿cuándo vendrá a España?”. “Pronto”. De esta manera el Papa respondía hace unos días a una española que participaba en una audiencia privada, tal y como relatan testigos del encuentro a Vida Nueva.
Se trata de la primera vez que Jorge Mario Bergoglio da un paso más allá que dejar una puerta abierta a la posibilidad de viajar a nuestro país, después de que se frustrara la posibilidad de que participar en Ávila en 2016 en el V Centenario de Santa Teresa de Jesús.
Y es que en el avión de regreso a Corea del Sur, al ser pregunta por la cuestión, no solo dijo que era “posible”, sino que además dio detalles de la agenda. “Sería ir por la mañana a Ávila y Alba de Tormes y regresar por a Roma a primera hora de la tarde, sería posible”, comentó en ese momento.
Argumentos varios
Sin embargo, a partir de entonces, el Papa siempre se ha mostrado esquivo ante la posibilidad de peregrinar a nuestro país. Así se lo ha manifestado una y otra vez a la corresponsal de Cope en Roma, Eva Fernández, que en cada vuelo papal relanza la invitación a viajar España. De entre las diferentes respuestas ofrecidas a la periodista, algunas han levantado ríos de tinta y generado interpretaciones varias.
Si en el vuelo que le llevó a Abu Dabi en febrero de este año, dejó caer que para pisar tierra española primero “tienen que ponerse de acuerdo” los españoles, en su traslado de Roma a Marruecos en marzo respondió con un “cuando haya paz”. En ambos casos hay quien quiso ver una referencia a la situación política del país, mientras que tampoco faltaron quienes apuntaban a una falta de cohesión intraeclesial.
Frente a estos mensajes crípticos, el tono parece cambiar ahora con ese “pronto” expresado a una feligresa española en un encuentro privado. Si se llegara a materializar, la agenda podría llevar a 2021 con dos perchas para la visita: el Año Santo Compostelano y la celebración jubilar del Año Ignaciano, con motivo de los 500 años de la conversión de san Ignacio de Loyola, y los 400 años de la canonización del fundador de la Compañía de Jesús y de san Francisco Javier.