La Arquidiócesis Primada de México, considerada la Iglesia particular más grande del mundo (con algo más de siete millones de habitantes), ha dado a luz a tres nuevas diócesis en Ciudad de México: Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco. Las nuevas comunidades aglutinarán ahora a unos tres mllones de personas, quedando para la Iglesia primada unos cuatro millones, con lo que queda en duda si sigue siendo la principal a nivel mundial.
Esta ha sido la reforma más importante del cardenal Carlos Aguiar, quien, desde su llegada a la Arquidiócesis de México, en febrero de 2017, manifestó abiertamente la necesidad de dividirla para ofrecer un mejor servicio pastoral a las comunidades. Ya desde años antes se venía pensando en la posibilidad, por lo que en su momento se crearon las vicarías o zonas pastorales; tres de las cuales, precisamente, se han convertido ahora en diócesis.
La Diócesis de Xochimilco la conforman las alcaldías de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, las cuales custodian el mayor número de tradiciones religiosas de la Ciudad de México, entre ellas, la veneración al Niñopa, y a la Virgen de los Dolores, pero también a San Juan Bautista, nombre de esta zona pastoral antes de convertirse en diócesis.
Esta Iglesia, que tiene como catedral la histórica parroquia de San Bernardino de Siena, queda en manos del obispo Andrés Vargas Peña, de 72 años, cercano a su presbiterio y a los fieles, tratando de conocer a los niños que asisten a catequesis o a los laicos que participan en los grupo de Biblia y en las celebraciones litúrgicas.
En la Diócesis de Iztapalapa, cada año se realiza la representación del viacrucis, donde el Cerro de la Estrella hace las veces del Gólgota. Esta imagen se encuentra en el santuario del Señor del Santo Sepulcro de Jerusalén, hoy convertido en la catedral de la diócesis, que estará encabezada por Jesús Antonio Lerma Nolasco, de 74 años de edad y quien, como obispo auxiliar de México, estuvo al frente de esa zona pastoral durante diez años.
El más joven de los tres obispos es el reconocido biblista Adolfo Miguel Castaño Fonseca. A a sus 57 años, gobernará la Diócesis de Azcapotzalco, ubicada al norte de la Ciudad de México, que tiene tres realidades muy claras: el acompañamiento a los pueblos originarios, la atención a las zonas industriales y comerciales que se han desarrollado y, por último, incidir favorablemente en un gran asentamiento urbano irregular marcado por la pobreza y la delincuencia.