España

Argüello: “Las indemnizaciones a las víctimas no están contempladas en el borrador del decreto contra los abusos”

  • El portavoz del Episcopado reivindica la lucha contra esta lacra: “Ya no se mira para otro lado”
  • La Plenaria aprueba un documento contra la eutanasia: “No hay enfermos ‘incuidables’, aunque sean incurables”





La Iglesia en España se sumó tarde a la lucha contra los abusos sexuales y eso hace que, cuando algunos aún se cuestionen ese paso, los que está dando con la mejor voluntad se vean superados ya por la realidad de otras Iglesias.

De ahí que el borrador del decreto general sobre la protección de los menores y las personas vulnerables en el que viene trabajando desde hace 14 meses, y que espera el definitivo visto bueno de la Santa Sede, nazca sin contemplar el tema de las indemnizaciones económicas a las víctimas, paso ese que sí están dando otros episcopados, entre ellos, recientemente, el de Francia.

Así lo ha reconocido esta mañana el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, al asegurar, a preguntas de los periodistas, que “las indemnizaciones no están contempladas” en ese borrador.

Un camino en marcha

Esa fue la petición expresa que el pasado lunes, cuando comenzaba la Asamblea Plenaria de otoño de Episcopado español, le lanzó a través de un comunicado de prensa la asociación Betania, y a la que Argüello, además de responder asegurando que “el camino de la Iglesia en el asunto de los abusos, es un camino en marcha”, instó a la presidenta de la asociación “a tratar este asunto directamente, y no a través de los medios”.

El también obispo auxiliar de Valladolid quiso ponderar la tarea que en la lucha contra esta lacra viene realizando la Iglesia española “en los últimos dos o tres años”, y que tras una fase de “mirar para otro lado, de no querer afrontar el asunto, ahora la reacción de la Iglesia ha querido ser la de una atención inmediata ante las denuncias y problemas que hubiere y de los que fuésemos conocedores”, aseguró.

Por otra parte, y ante la pregunta de si ese decreto contemplaba la posibilidad de que se estudiasen denuncias sobre casos antiguos, el portavoz aseguró que “la apertura de oficinas en la diócesis ofrece la posibilidad de acoger todas las denuncias que  pudiera haber y tomar iniciativas a la hora de investigar, pero la dificultad está en tener conocimiento real, y nosotros no siempre lo tenemos”.

Documento sobre la eutanasia

Con respecto al borrador, Argüello, que comparecía ante la prensa para dar cuenta de los trabajos de esta Plenaria, informó de que el Vaticano “ha solicitado a la Conferencia Episcopal la inclusión en ese texto de las aportaciones que va a realizar el Vademecum elaborado por la Santa Sede y que podría hacerse público próximamente”.

Esta importante cuestión, que en la nota de prensa ocupa siete líneas, eclipsó parte de los trabajos desarrollados durante cinco días por los obispos españoles, entre ellos, la aprobación de un importante documento sobre la eutanasia donde, a modo de pregunta-respuesta, “refleja cómo el debate actual sobre la eutanasia y el suicidio asistido no es planteado como una cuestión médica, sino más bien ideológica”.

La clave de él es la afirmación de la dignidad de toda vida, un debate que comenzó en la primera parte de siglo XX y que ha tenido en Peter Singer a un impulsor de una propuesta que dice que hay vidas que ni merecen la pena ser vividas y que es mejor morir que vivir para hacer sufrir. Cuestión está en la que hay también implicaciones económicas, como las de los pacientes de Alzheimer, como era la madre del propio Singer”, apostilló el obispo.

Cuidados paliativos

“La dignidad de la vida es radical y cuando se abre esta puerta se abre un plano inclinado, con situaciones que al principios tocan los sentimientos”, continuó el prelado, quien enfatizó que “nosotros seguiremos afirmando las la santidad  de la vida, porque no hay enfermos que no merezcan tener un cuidado, no hay enfermos ‘incuidables’, aunque sean incurables. Por esto, el documento Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida, es un documento de cuidados paliativos, porque no podemos confundir la compasión y porque cuidar y consolar es la apuesta también de los colegios médicos”.

Según Argüello, este texto “está construido desde un diálogo que quiere ser de razón y poner una línea roja en el valor de la vida” y que quiere “gritar que la muerte no es la solución, sino el amor concreto, pero también salimos al paso del ensañamiento terapéutico, que tiene la misma consideración que la de la eutanasia, que es la de considerarnos dueños de la vida”.

Por otra parte, esta Plenaria siguió trabajando en la reforma de sus estatutos, fruto del cual ha salido la aprobación en esta ocasión de reducir las comisiones episcopales de 14 a 10 con la finalidad de “dar una mayor agilidad a nuestro trabajo y con un deseo de simplificar estructuras”.

¿Financia la Conferencia a TRECE?

Finalmente, la Plenaria aprobó la distribución del Fondo Común Interdiocesano y de los presupuestos para la Iglesia en 2020, que ascienden –a la espera de conocer los datos de la asignación tributaria del IRPF de 2018- a 266 millones de euros, diez más que el ejercicio anterior, lo que supone un incremento del 3,9%.

En este sentido, Fernando Giménez Bariocacanal, vicesecretario de Economía de la CE, aseguró que “la Conferencia Episcopal no destina partida de gasto al mantenimiento de TRECE, que quede claro, y nunca verán en los presupuestos que una partida de gastos para un proyectos comunicativo de la CEE”, y destacó, por el contrario, que “el conjunto de medios de la Conferencia [COPE y TRECE] obtendrán este ejercicio beneficios consolidados”.

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