“La Congregación de los Legionarios de Cristo deplora y condena los abusos cometidos por el P. –Fernando– Martínez así como aquellas prácticas institucionales o personales que, en este caso, pudieron favorecer o propiciar cualquier forma de abuso o revictimización”. De esta manera han pedido perdón por los abusos cometidos contra 8 niñas entre 1990 y 1993.
El fundador, Marcial Maciel –a quien acompaña una biografía marcada por abusos, adicciones y otros escándalos, con paternidad incluida–, al conocer los hechos, lo trasladó al seminario de la Congregación en Salamanca, obviamente sin apartarlo del contacto con menores. Allí estuvo hasta 2016, cuando el director general de la Congregación, Eduardo Robles-Gil, lo envía a Italia, donde ya no tendrá más contacto con menores.
Los legionarios de Cristo han publicado hoy las conclusiones de la investigación sobre el sacerdote, que comenzó el pasado 8 de mayo y fue encargada de forma externa a la agencia internacional especializada Praesidium. Tras reconocer los hechos, Robles-Gil ha anunciado que buscará la reconciliación con las víctimas y ya ha tomado medidas contra Martínez, quien a su vez también fue víctima en su niñez de los abusos de Maciel.
Prohibiciones expresas
Sobre el religioso pesan las siguientes prohibiciones: el ejercicio público del ministerio sacerdotal, el contacto con menores de edad, escuchar confesiones, participar en las concelebraciones comunitarias a las que asistan religiosos en formación u otros fieles y vestir distintivo clerical fuera de las casas de la Congregación.
Pese a que no se acreditan más casos, la Congregación ha puesto a disposición de quien lo desee un número de teléfono y un correo electrónico por si existieran otras posibles víctimas.
“Junto con el P. Martínez pedimos humildemente perdón por sus actos abusivos contra menores de edad y deploramos nuestros errores que han aumentado todavía más el dolor de las víctimas”, reconocen los legionarios en un comunicado.
Compromiso con los ambientes seguros
Por otro lado, los legionarios han querido agradecer la colaboración de las víctimas y de todos los que han participado en la investigación “por su compromiso con la verdad y por aportar su testimonio para recorrer un camino de justicia, sanación y reparación”. Agradecen a las instancias de la Iglesia “que en estos meses han sabido acoger y escuchar a las víctimas del P. Martínez cuando han acudido a ellas” y “también a quienes han alzado la voz públicamente en las redes sociales y los medios de comunicación”.
La Congregación concluye su comunicado expresando su firme compromiso de “ofrecer ambientes y espacios seguros para los menores de edad y adultos vulnerables, con políticas estrictas de prevención y con protocolos de respuesta rápidos y justos ante cualquier denuncia, que incluyen siempre la colaboración con las autoridades civiles y eclesiástica”.