Tras reunirse del 19 al 21 de noviembre en Bogotá, la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), encabezada por Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo (Perú), junto con el grupo de obispos elegidos y algunos asesores –35 personas en total–, han expresado su apoyo a todos “los países que en estos momentos atraviesan por situaciones de grave inestabilidad social y política” como producto de las desigualdades e injusticias, Y “fruto del pecado que se ha institucionalizado, dando la espalda a los más pobres y marginados”.
El pronunciamiento ha tenido lugar en el marco de la segunda reunión para seguir trazando la ruta de renovación pastoral. El próximo encuentro se tiene previsto para marzo de 2020.
Además han enviado una misiva al papa Francisco en el que han expresado se adhieren a su ministerio petrino. En esta han resaltado que el documento final del Sínodo Especial sobre la Panamazonía “es un acontecimiento de gracia para nuestro continente”.
“Animados por los temas abordados por su Santidad y los padres sinodales, asumimos la conversión integral, la conversión pastoral, cultural, ecológica y sinodal, así como el trabajo e red como factores clave de nuestro trabajo”, han dicho.
En la carta también han señalado que este encuentro “es la ocasión para afianzar lazos de comunión de la Iglesia en América Latina y el Caribe con su Santidad”, por lo cual “sentimos el llamado y lo apropiamos, a tener presencia activa en la aplicación para el sínodo, no sólo en la región amazónica, sino en todo el continente”.
En cuanto a la situaciones políticas de Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Haití, Nicaragua y Venezuela, donde ha habido fuerte represión en algunas manifestaciones, se han solidarizado con el pueblo y “con nuestros hermanos obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y fieles laicos que dan testimonio valiente de su fe”.
“El discernimiento evangélico sobre estas realidades, que son verdaderos signos de los tiempos, es urgente y necesario. Como creyentes, no dudamos en proclamar que Jesucristo es el único que puede redimir realmente a las personas y a las sociedades, y dar sentido radical a nuestros esfuerzos por la defensa de la dignidad humana”, acotaron.
Desde el CELAM hacen votos por el diálogo para la paz que permitan “reconstruir el dañado tejido social. Sólo con la amistad cívica y el compromiso solidario, en especial, con los más pobres y excluidos, podemos enfrentar esta crisis para avanzar hacia un futuro compartido”.
En tiempos cuando la Iglesia nicaragüense enfrenta encarnizados ataques por parte del gobierno de Daniel Ortega, los obispos y asesores del CELAM se unen al clamor del episcopado de este país, respaldando cada una de sus denuncias. “En particular, con el padre Edwin Roman y todas las madres de familia, que ayunan en Masaya con el fin de solicitar que sus hijos, sean liberados”, han dicho.
Igualmente han condenado la toma de la Catedral de Managua, que “ya fue desalojada” como las agresiones en contra el sacerdote Rodolfo López y la religiosa Arelys Guzmán, así como el asedio sufrido a algunas Parroquias.
“Pedimos encarecidamente a las autoridades de Managua, que ordenen inmediatamente el cese de las agresiones y la violación a los derechos fundamentales, y solicitamos a todos los responsables de estos hechos que modifiquen estas conductas”, finalizaron.
Foto: CELAM