La noticia ha saltado por sorpresa a las pocas horas de aterrizar Francisco en Tokio (donde permanecerá del sábado 23 al martes 26) y antes de que vea la luz la esperada exhortación apostólica… El primer fruto del Sínodo para la Amazonía ya es palpable: un Consejo Especial que debe velar para que la protección de la tierra amazónica y de la dignidad de las comunidades que la pueblen no caigan en el olvido en Roma.
Se cumple así, por cierto, con lo aprobado en el número 115 del Documento final aprobado por todos los padres sinodales y que proponía la puesta en marcha de “un organismo episcopal que promueva la sinodalidad entre las Iglesias de la región, que ayude a delinear el rostro amazónico de esta Iglesia y que continúe la tarea de encontrar nuevos caminos para la misión evangelizadora, en especial incorporando la propuesta de la ecología integral, afianzando así la fisonomía de la Iglesia amazónica”.
13 obispos, dos laicos y una religiosa
Hasta 16 son los miembros de los que constará el nuevo organismo vaticano: 13 de ellos son obispos salidos directamente de la asamblea sinodal (entre los que destacan referentes de la causa amazónica en la alta jerarquía eclesial, como el cardenal brasileño Cláudio Hummes o el cardenal peruano Pedro Barreto, habiendo también otros significativos nombres, como los de Erwin Kräutler, Rafael Cob o David Martínez de Aguirre).
Significativamente, los tres restantes, nombrados directamente por el Papa, no son obispos… ni sacerdotes. Son dos laicos y una religiosa, siendo dos de los tres mujeres, y que desempeñan un fuerte liderazgo en sus respectivas comunidades amazónicas. Se trata de la religiosa brasileña Laura Vicuña Pereira, de la líder indígena ecuatoriana Patricia Gualinga y el líder indígena peruano Delio Siticonatzi Camaiteri.
Ya no hay duda… La Amazonía llegó a Roma para quedarse.
