Las trabajadoras del hogar en México ya cuentan con un aliado, se trata de Hogar Justo Hogar, una organización civil cuyo objetivo es sensibilizar y dar a conocer a los empleadores sus obligaciones con respecto a los derechos y prestaciones de las empleadas en casa.
En entrevista para Vida Nueva, Marcela Azuela Gómez, directora de Hogar Justo Hogar, considera que este sector es uno de los más discriminados en el país por múltiples factores, en primer lugar, porque son mujeres.
Pero, además –dice- “muchas de ellas tienen un nivel educativo bajo, pertenecen a poblaciones indígenas, la mayoría no conoce sus derechos, y tampoco pueden unirse porque cada una trabaja en una casa diferente, no es como otros grupos de trabajadores que se juntan, sino que ellas están muy aisladas”.
El país que queremos comienza en casa
Para Hogar Justo Hogar –explica Azuela Gómez- cualquier actitud o acción que se pueda tener o aprender desde el hogar sirve para reflejarlo a nivel macro; “es decir, que si desde el hogar aprendemos a ser justos, esto se va a reflejar afuera; si en el hogar aprendemos a no discriminar, fuera del hogar tampoco lo haremos; ese es el sentido: el país que queremos comienza en casa”.
En ese sentido, expresó que otro de los objetivos de la organización es dar la batalla legal y de incidencia pública que se requiere para que los derechos de las trabajadoras sean reconocidos por el Estado.
Y es que –añade- “las principales problemáticas que enfrentan las trabajadoras del hogar son la falta de reconocimiento de sus derechos en lo general, los bajos salarios, la discriminación y el maltrato que viven algunas, que incluso a veces llega a ser violencia, y que se tienen que aguantar por su necesidad”.
Explica que en Hogar Justo Hogar se capacita a los empleadores sobre cuáles son sus obligaciones: respetar a las trabajadoras y cómo hacerlo; “los asesoramos en cuanto a las cantidades que les toca dar de aguinaldo, o de seguridad social, etcétera; también vamos a universidades a dar pláticas; el próximo 27 de noviembre tendremos un ‘Facebook Live’ con empleadores para resolver sus dudas sobre el derecho a la seguridad social de las trabajadoras del hogar, así como los trámites a realizar”.
Empleadores y trabajadoras de la mano
Para Azuela, el fin principal es que los empleadores se alíen con las trabajadoras y así “puedan ir de la mano, hacerles ver que son un equipo, que deben estar bien las dos partes, y así ganan ambos”.
En su vida personal, la ahora directora de Hogar Justo Hogar tuvo interés en proteger los derechos de este sector de mujeres a partir de que tuvo una nana; “yo me preguntaba por qué Juanita tiene menos vacaciones y no va al doctor cuando se enferma, o va muchos días después, o va a otro doctor que está muy lejos; por qué tuvo un hijo y por qué nos cuida más a nosotros que a su hijo”.
“Me di cuenta que esas condiciones no eran justas; me preguntaba por qué había ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, por qué unos tienen más privilegios y permisos, más posibilidades de soñar, de hacer un futuro, planes, y en cambio, otros tienen que subsistir; no tienen posibilidades de soñar sobre lo que quieren ser de grandes, a dónde van a viajar y a dónde van a ir de vacaciones”.
Refirió que hace años, al llegar a trabajar a la entonces Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, supo que podía hacer algo en favor de las mujeres que trabajan en las casas, y así fue como surgió Hogar Justo Hogar.
Azuela invitó tanto a las personas que emplean a trabajadoras del hogar como a los grupos de empleadores, a “comprometerse, ya que cuando uno emplea a una trabajadora del hogar, se abre la oportunidad de combatir la discriminación, de ser justos, de cerrar esa brecha enorme de género, en cuanto al trabajo de hombres y mujeres; si otorgamos derechos, la trabajadora va a estar mejor y también el empleador y así entender que ambas partes ganan”.