La Iglesia se hará presente desde hoy en la Cumbre del Clima de Madrid, o COP 25, con una representación al más alto nivel, en tanto que la delegación vaticana estará encabezada por el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. El cardenal se encuentra desde ayer en la capital española para participar en este macronecuentro en el que participan 25.000 personas de 196 países junto a otras 50 autoridades entre jefes de Estado y Gobierno, ministro y otras autoridades.
El “primer ministro” vaticano solo pasará unas horas en Madrid para participar en los actos inaugurales para regresar esta misma noche a Roma. En esta visita exprés contará con Bernardito Auza como un apoyo fundamental para el trabajo de “lobby” necesario para que la voz de la Iglesia, vertebrada por Laudato si’ y el documento final del Sínodo de la Amazonía, o lo que es lo mismo, presentar el cuidado de la Casa Común no solo desde un punto de vista estrictamente medioambiental, sino con la perspectiva de la ecología integral que postula el Papa Francisco.
Hoja de ruta viable
Entre las principales demandas con las que Parolin llega a Madrid se encuentra el presentar la encíclica papal a los líderes mundiales y a los principales grupos de presión como una hoja de ruta viable para hacer realidad los acuerdos de la Cumbre del Clima de París.
Y es que este rol de sensibilización es la principal baza con la que juega la Santa Sede en este macroencuentro. Sobre todo, porque al ser un Estado Observador Permanente y no miembro, no tiene derecho a voto, lo que le permite una mayor libertad de acción y movimiento.
El relevo de Auza
El nuevo nuncio en España se estrenará en su cargo precisamente en un espacio en el que sabe moverse como pocos: las Naciones Unidas. La preparación de esta cumbre ha sido uno de los últimos cometidos en Nueva York antes de dejar su cargo como observador permanente de la Santa Sede en la ONU.
Oficialmente, Auza asumió ayer su nueva misión diplomática, coincidiendo con el comienzo del adviento, por lo que la COP 25 se convertirá en su puesta de largo como embajador vaticano en España. De la misma manera, se espera que por Madrid también se deje ver su sucesor en Naciones Unidas, el hasta ahora nuncio en Filipinas, Gabriele Giordano Caccia.
No en vano, el equipo de la Santa Sede ante la ONU conforma una de las delegaciones diplomáticas eclesiales de más peso, en tanto que, además del observador permanente y los diplomáticos, cuenta con sacerdotes, religiosas, agregados laicos, así como un grupo de 40 asesores externos y una veintena de jóvenes becados.