Essoessinam, llamada Ester, una joven cristiana que viaja sola desde Togo. Said Mohammad, afgano, acompañado por su esposa y su hija de 3 años. Y también Kasra, otro niño afgano que en enero cumple dos años y al que el grupo ha apodado ‘Ciccio’. Ellos son solo algunas de las 33 personas que, tras un viaje de unas 17 horas, han llegado hoy a Roma desde Lesbos para ser acogidos por el Vaticano.
Llegaban al aeropuerto romano de Fiumicino poco antes de las 10 de la mañana, acompañados por el cardenal Konrad Krajewski – el limosnero del Papa – y trabajadores de la Comunidad de San Egidio. Paradójicamente, como recoge Vatican News, este viaje entre Grecia e Italia ha resultado más largo que el trayecto en bote de goma que, desde la costa turca hasta Lesbos puede variar entre 25 minutos y 4 horas
El pasado 2 de diciembre la Limosnería Apostólica anunciaba que, por expreso empeño del Papa, el Vaticano acogería a 43 solicitantes de asilo de la isla. “El pasado mes de mayo, 3 años después de a visita del Papa a la isla de Lesbos, el Santo Padre pidió al limosnero que volviera a la isla para renovar la solidaridad con el pueblo griego y con los refugiados y, también en esta ocasión, exprese el deseo de realizar un nuevo gesto de solidaridad y acoger a un grupo de jóvenes refugiados y a algunas familias de Afganistán, Camerún y Togo”, podía leerse en el comunicado de la Limosnería.
Así, ese mismo día el cardenal y limosnero apostólico, Konrad Krajewski, viajó a la isla de Lesbos junto a representantes de la Comunidad de Sant’Egidio, con el objetivo de regresar a Roma con 33 refugiados, a los que se sumarán otros 10 a lo largo del mes.